La coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra el Estado Islámico ha dicho que ha matado a casi 150 militantes en ataques aéreos en el valle del Éufrates.
El bombardeo del sábado se produce mientras Estados Unidos instó a Turquía a mostrar moderación en su campaña contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria y a centrarse en luchar contra el Estado Islámico. El martes, Turquía afirmó haber matado a 260 combatientes kurdos en una ofensiva de cuatro días en el norte del país.
Estados Unidos ha señalado una presencia militar abierta en Siria como parte de una estrategia más amplia para evitar el resurgimiento del EI, allanar el camino diplomáticamente para la eventual partida del presidente sirio Bashar al-Assad y restringir la influencia de Irán.
“Los ataques de precisión fueron la culminación de una extensa preparación de inteligencia para confirmar una sede de del EI y un centro de comando y control en un lugar exclusivamente ocupado por el EI en el disputado valle medio del río Eufrates”, dijo un comunicado emitido el martes por la coalición.
Los ataques tuvieron lugar cerca de As Shafah, Siria y causaron la muerte de entre 145 y 150 militantes. La declaración agregó que las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) respaldadas por Estados Unidos.
“Nuestros socios de SDF todavía están haciendo progresos y sacrificios diarios, y juntos todavía estamos encontrando, atacando y matando a los terroristas del EI intentando mantener su control extremista en la región”, dijo el comandante general James Jarrard, comandante de operaciones especiales de la coalición, en la declaración.
Estados Unidos encabezó una coalición internacional que realiza ataques aéreos contra el Estado Islámico desde 2014. Las tropas estadounidenses han servido como asesores sobre el terreno con las fuerzas del gobierno iraquí y con grupos kurdos y árabes en Siria.
La coalición ha dicho en el pasado que menos de 1,000 combatientes del Estado Islámico permanecen en Irak y Siria, pero que el grupo militante sigue siendo una amenaza. La cifra excluye áreas en el oeste de Siria bajo el control del gobierno de Assad y sus aliados.
Con información de The Guardian
