Los ataques aéreos de Estados Unidos han matado a decenas de civiles en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, según funcionarios y residentes de la zona, un feroz campo de batalla que ha sido golpeado por varios ataques aéreos estadounidenses en los últimos años.
Un soldado estadounidense murió el sábado luego de sufrir heridas en una operación en Logar en la parte oriental del país, dijo el ejército estadounidense.
Los ataques aéreos en Kunduz el viernes por la noche atacaron tres aldeas en Chardara, un distrito al oeste de la capital provincial donde los combatientes talibanes han mantenido una fuerte presencia.
Las fuerzas de seguridad afganas impidieron el acceso a los sitios de bombardeo en Essa Khil, Qatl-e Aam y el Bazar uzbeko, impidiendo a los familiares recoger los cadáveres e impidiendo una evaluación precisa del peaje. Las fuerzas afganas afirmaron que no habían muerto civiles en las huelgas.
Un miembro del consejo provincial, Khosh Mohammad Nasratyar, calculó que alrededor de 55 civiles habían muerto mientras un trabajador de ayuda afgano en la zona, que pidió no ser identificado, dijo que al menos 40 habían sido asesinados, incluidas varias mujeres y niños. The New York Times, citando a residentes y funcionarios en el área, dijo que al menos 13 estaban muertos.
Un oficial de seguridad afgano, que también pidió no ser identificado, dijo que los talibanes habían forzado a los lugareños a portar cuerpos de insurgentes asesinados la noche anterior, justo cuando los atacantes atacaban.
Un portavoz del ejército estadounidense en Afganistán, el capitán Tom Gresback, dijo que las fuerzas estadounidenses estaban investigando las denuncias de bajas civiles, pero se negó a decir más sobre la operación, que dijo que era “continua”.
Las fuerzas estadounidenses y afganas han estado llevando a cabo operaciones en la zona durante varios días, pero los residentes dijeron que los ataques aéreos se intensificaron el viernes por la noche con aviones, bombarderos y drones cruzando el cielo incesantemente.
Con información de The Guardian
