Los ateos son más propensos a ser pensadores analíticos, dicen los investigadores, mientras que aquellos que son intensamente religiosos tendrán un fuerte sentido de moralidad.
También encontraron que la disminución de la empatía entre los participantes no religiosos en el estudio correspondía al aumento del dogmatismo.
Sugiere que los ateos militantes “pueden carecer de la visión para ver algo positivo sobre la religión [como] sólo pueden ver que contradice su pensamiento científico y analítico”.
Pero mientras que el lado izquierdo analítico del cerebro parece gobernar la mente del dogmatist no-religioso, el contrario es verdad para ésos con creencias religiosas firmes.
“Sugiere que los individuos religiosos pueden aferrarse a ciertas creencias, especialmente aquellas que parecen estar en desacuerdo con el razonamiento analítico, porque esas creencias resuenan con sus sentimientos morales”, dijo el estudiante de doctorado Jared Friedman, coautor del estudio.
Anthony Jack, profesor asociado de filosofía y coautor de la investigación, añadió que “la resonancia emocional ayuda a las personas religiosas a sentirse más seguras”.
“Cuanto más correcta sea la corrección moral que ven en algo, más afirma su pensamiento”, explica.
“En cambio, las preocupaciones morales hacen que la gente no religiosa se sienta menos segura”.
En ambos grupos, mayores habilidades de razonamiento crítico se asociaron con niveles más bajos de dogmatismo.
Sin embargo, los investigadores advirtieron que la empatía no templada puede ser peligrosa, Jack dijo: “Los terroristas, dentro de su burbuja, creen que es una cosa altamente moral que están haciendo. Ellos creen que están corrigiendo los errores y protegiendo algo sagrado “.
La mayoría de los participantes en el estudio identificados como cristianos o ateos; participantes judíos, budistas, hindúes y musulmanes también participaron.
Más de 900 personas completaron exámenes evaluando el dogmatismo, la preocupación empática, los aspectos del razonamiento analítico y las intenciones prosociales.
Con información de The Telegraph
