TAILANDIA.- Desde los peces que regresan a los canales de Venecia hasta los ciervos en las calles de Londres, los cierres y aislamiento de personas en las ciudades impactadas por el Covid-19 han permitido que la naturaleza regrese a algunos de los lugares menos probables.
Tailandia es la última nación en aparecer en los titulares del fenómeno, luego de que el gobierno tailandés prohibiera los vuelos internacionales y alentara a las personas quedarse en casa.
Aunque el coronavirus ha cerrado la economía turística de Tailandia, ha surgido una temporada de paz y salvación para las tortugas laúd raras.
En peligro de extinción en esta zona del sudeste asiático, anidan aquí por primera vez en cinco años.
Las tortugas laúd, las más grande de todas las tortugas, han hecho 11 nidos en las playas tailandesas esta primavera, más que nunca en las últimas dos décadas.
“Esta es una muy buena señal para nosotros porque las tortugas tienen un alto riesgo de ser asesinadas por los aparejos de pesca y los humanos que perturban la playa”, dijo el director del Centro Biológico Marino de Phuket a The Guardian.
Con información de Good News Network
