Australia se ha convertido en uno de los pocos países en reconocer formalmente a Jerusalén Oeste como la capital de Israel, pero dice que no trasladará su embajada desde Tel Aviv hasta que se alcance un acuerdo de paz.
El primer ministro, Scott Morrison, dijo que el gobierno también reconocerá un futuro estado de Palestina con su capital en Jerusalén Este después de que se haya alcanzado un acuerdo sobre una solución de dos estados.
El cambio de política exterior en Jerusalén occidental se anunció durante el discurso de Morrison ante el Instituto de Sydney el sábado.
El líder de la oposición, Bill Shorten, dijo que la decisión del gobierno fue un “retroceso humillante” de un apresurado anuncio de elección y acusó al primer ministro de poner “sus intereses políticos por encima de nuestros intereses nacionales”. Sus comentarios fueron repetidos por la portavoz de asuntos exteriores de Labor, Penny Wong, quien dijo que Morrison estaba tratando de salvar la cara.
“Reconocer a Jerusalén occidental como la capital de Israel, mientras se sigue ubicando la embajada de Australia en Tel Aviv, no es más que un ejercicio para salvar la cara que muestra que Morrison sigue poniendo el interés propio por delante del interés nacional”.
La semana pasada, los líderes palestinos estaban presionando a los estados árabes y otros estados musulmanes para que abandonaran las exportaciones australianas y retiraran a sus embajadores de Canberra en caso de que una embajada se mudara a Jerusalén.
Si bien el gobierno ha demorado la reubicación de la embajada más controvertida, Australia establecerá una oficina de defensa y comercio en Jerusalén y comenzará a buscar un sitio para la embajada.
