En un vuelo de prueba, un piloto eslovaco condujo lo que parecía ser un auto deportivo exótico por una pista de aterrizaje en la ciudad de Nitra.
Luego despegó con la ayuda de una hélice fija y aterrizó 35 minutos más tarde en Bratislava, antes de plegar las alas y conducir directamente hacia la autopista.
El AirCar (prototipo 1), acertadamente llamado, fue desarrollado por una empresa llamada KleinVision, fundada por Stefan Klein, quien pasó 20 años convirtiendo su sueño en realidad. Por una cantidad increíblemente pequeña de dinero, alrededor de 2 millones de euros, el eslovaco creó el primer automóvil volador del mundo para viajar entre dos aeropuertos.
Durante el vuelo inaugural, AirCar pudo alcanzar una velocidad de crucero de 105 mph (170 kph) a una altitud de 8.200 pies (2.500 metros). La economía de combustible le permitiría mantener esta trayectoria durante 600 millas (1.000 kilómetros).
Una vez que termina la parte de vuelo de su viaje, al presionar el botón se produce una secuencia similar a la de un Transformer que en menos de tres minutos deja el vehículo como un auto deportivo ligeramente sobredimensionado y perfectamente legal para la carretera con un motor BMW de gasolina de 160 caballos , un asiento para otro pasajero y un techo convertible.
Para obtener la certificación para volar según las regulaciones modernas, los aviones o helicópteros deben ser seguros para volar durante muchos años, sin tener un incidente.
“Tengo que admitir que (el AirCar) se ve realmente genial, pero tengo un centenar de preguntas sobre la certificación”, dijo el Dr. Stephen Wright, investigador de aviónica en la Universidad. del oeste de Inglaterra, le dijo a la BBC. “No puedo esperar a ver la hoja de papel que dice que esto es seguro para volar y seguro para vender”.
Una empresa obtuvo la certificación para un automóvil volador este año. Terrafugia, fundada en 2006 por cinco graduados en ingeniería del MIT, voló por primera vez su automóvil volador, el Transition, en un aeropuerto de Nueva York en Plattsburgh en 2012. Con su propio paracaídas y un rango de vuelo de alrededor de 480 millas, Terrafugia tomó depósitos en pedidos anticipados. por 100 vehículos, con un precio de venta al por menor de alrededor de un cuarto de millón de dólares cada uno.
Después de años de retrasos en los productos y reembolsos de los depósitos de los clientes, Terrafugia fue comprada en 2017 por una empresa china. Pero, en enero, anunciaron que la Transición finalmente había recibido un certificado de aeronavegabilidad de Aeronave Deportiva Ligera Especial (LSA) de la Administración Federal de Aviación de EE. UU.
El problema es que ese automóvil volador no se puede conducir, porque no ha demostrado su idoneidad para la carretera a través de varias pruebas de choque. Para febrero de 2021, Terrafugia había despedido a la mayoría de sus empleados y dijo que cerraría sus operaciones en Massachusetts, con la intención de mudarse a China.
Al menos demostraron que es posible recibir la certificación FAA en los EE. UU
Klein Vision ha especificado que están buscando sacar una participación del mercado de aviones con AirCar, no con el mercado de automóviles, y Morgan Stanley estima que el mercado de automóviles voladores en los próximos 20 años tendrá un valor de más de un billón de dólares, similar al el rumor que surgió en torno al reciente auge de los vuelos espaciales privados.
Klein Vision está buscando actualizar su motor prototipo con más potencia, permitiéndole una velocidad máxima de crucero de 186 millas por hora, mientras que otras compañías como Hyundai, Toyota y VW están investigando sus propios autos voladores.
Con información de Good News Network
