Mientras el presidente entrante, López Obrador, continúa ajustando su agenda debido a retrasos en los vuelos comerciales, el avión presidencial que se negó a utilizar una vez que asuma el cargo también está sufriendo retrasos.
Por segunda vez en poco más de dos meses, el presidente Boeing Dreamliner 787 no pudo volar ayer debido a un problema en la computadora a bordo.
En cambio, el presidente Peña Nieto regresó a México desde la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York a bordo de un avión más viejo que el Dreamliner reemplazó hace dos años y medio.
Lo mismo sucedió en julio. Una falla en la computadora significaba que la computadora de a bordo debía reiniciarse, un proceso que toma al menos dos horas.
López Obrador dejó en claro durante la campaña electoral presidencial que iba a vender el Dreamliner y seguir volando comercialmente. Repitió esa afirmación en Huatulco, Oaxaca, la semana pasada, donde quedó varado por más de cuatro horas debido a las condiciones climáticas en la Ciudad de México.
El clima intervino una vez más el sábado. Las fuertes lluvias en la Ciudad de México retrasaron en tres horas el vuelo del presidente electo desde Ciudad Obregón, Sonora.
Pero el tiempo de López Obrador no fue en vano. Conversó con los ciudadanos en el salón de espera del aeropuerto e incluso habló por teléfono con el marido de un pasajero que no creía que su esposa viajara con el nuevo presidente de México.
Con información de Mexico News
