Las balas de goma y plástico no deberían usarse para el control de multitudes, dijeron los investigadores, señalando que tales armas a menudo son inexactas y pueden causar la muerte, discapacidades o lesiones graves.
Las balas hechas de plástico, caucho u otros materiales se utilizan como un medio de control de multitudes “menos letal” en todo el mundo, desde los EEUU hasta la India. Si bien pueden dejar un arma con velocidades similares a la munición real, están diseñadas para perder velocidad rápidamente, reduciendo la fuerza del impacto. En general, se supone que los usuarios apunten las armas a los miembros inferiores de las personas.
La policía española utilizó balas de goma en Barcelona durante las recientes protestas en torno a las elecciones catalanas, aunque los proyectiles han sido prohibidos por la policía catalana desde 2014.
“Nuestros hallazgos indican que estas armas tienen el potencial de causar lesiones graves y la muerte”, escriben los autores.
No es la primera vez que se critica el uso de tales balas, pero el último informe reitera que los proyectiles pueden causar lesiones graves, particularmente a corta distancia, mientras que a distancias más largas son imprecisas y pueden lesionar a los transeúntes. Las llamadas “distancias de tiro seguras”, añaden, varían mucho entre armas y fabricantes.
“Si estás muy cerca de alguien, puedes apuntarlo, pero luego la velocidad es igual a la de una munición real y luego es peligroso”, dijo Rohini Haar, coautor del estudio de la Universidad de California, Berkeley y un médico del grupo Médicos por los Derechos Humanos. “Si [disparas] desde muy lejos, no puedes apuntar, así que incluso si intentas golpear a las personas y asustarlas, estas cosas rebotan, rebotan y giran en espiral en el aire”.
Publicada en la revista BMJ Open por un equipo de académicos en los EE. UU., La investigación incluyó una revisión de 26 estudios realizados en todo el mundo desde 1990, que analizan el impacto de tales armas en situaciones que van desde protestas civiles hasta detenciones criminales.
Con información de The Guardian
