Balean y violan a jóvenes que llevaban víveres a Oaxaca

La Arquidiócesis de México emitió un comunicado informando que un grupo de jóvenes voluntarios católicos que salieron de la Ciudad de México para llevar ayuda a Oaxaca, fueron interceptados en plena carretera por un comando armado; el cual, además de balearlos y robarles el contenido de los vehículos, violaron a una de las jóvenes, les quitaron sus teléfonos celulares y alrededor de 40 mil pesos que llevaban para hacer otras compras allá.

Al parecer dos de los voluntarios de este grupo que se dirigía específicamente a Juchitán y Tehuantepec, se encuentran hospitalizados; el primero, debido a que las balas le perforaron algunas arterias y comenzó a desangrarse, y el segundo porque lo golpearon de una manera tan brutal que por poco le ocasionaban la muerte.

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“Estamos muy tristes, hemos llorado de impotencia, tanto por los jóvenes lesionados como por la joven violada; esperamos que ambos vivan; nos encontramos a la espera del reporte médico de estos jóvenes valientes”, indicó.

Dijo que debido a que “se desconoce si este acto tan atroz sea un asunto del crimen organizado o del propio gobierno, prefiere no decir a qué estado fueron trasladados estos voluntarios para ser hospitalizados.

“Sólo quiero señalar que tuvimos que llamar a un grupo de empresarios que conocemos, quienes auxiliaron a los jóvenes y nos dijeron que se harían cargo de protegerlos. No podemos movernos de aquí, porque ahora además estamos preocupados por otros jóvenes que salieron hacia el estado de México, y por unos más que ahora se encuentran en comunidades afectadas de Xochimilco”.

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Asegura que muchos de los voluntarios se han enterado de lo sucedido con estos jóvenes, y están desanimados por brindar ayuda. “Pero nuestra indignación es contra el gobierno federal, que no está protegiendo a las brigadas de ayuda. Ellos no están ayudando, no trabajan ni llevan víveres, ni el presidente de la República ni los gobernadores de los estados; se han limitado a llamar a la sociedad civil a que apoye, y la sociedad ha respondido sobradamente aún sin el llamado; pero el trabajo que a ellos les toca, el de brindar seguridad a quienes ayudan, es prácticamente nulo. De modo que la gente que está damnificada seguirá estándolo por culpa del gobierno. Está demostrado que después del terremoto el gobierno ya no es gobierno, es una anarquía total”.

Con información del Diario de Chihuahua