TIJUANA, Baja California.- Fue el 5 de febrero cuando el señor Tomás Flores y su madre de 90 años en silla de ruedas acudieron al Banco Azteca ubicado dentro de la tienda Elektra de la colonia el Soler en Tijuana, para poder cobrar una ayuda que les enviaron desde Estados Unidos y así comprar un tanque de oxígeno.
Tomás Flores necesitaba el taque ya que las secuelas del covid-19 le impedían respirar con normalidad, mientras que su madre requería pilas para sus aparatos auditivos.
Sin embargo, a más de un mes, siguen esperando que Banco Azteca responda ante lo que parece ser un fraude, uno más de muchos que este banco tiene en su historial.
“Hemos batallado, mi madre no camina, no oye, no ve y además sin el oxígeno que yo necesitaba, no es justo, ellos tienen un sueldo y nosotros es todo lo que tenemos, es injusto”, relató el hombre.
Esta historia se suma al reciente hecho ocurrido en el Estado de México donde un jubilado se quitó la vida al ser despojado de más de un millón de pesos que era la suma de sus ahorros y tras ocho meses de no poder obtener justicia y recuperar su dinero, decidió quitarse la vida ante la desesperación.
Por fortuna, vecinos y personas cercanas al señor Flores, al enterarse de la situación, le brindaron apoyo para poder conseguir un tanque de oxígeno, pero de no haber sido así, otra muerte estaría ligada a esta institución.
“Fue un viacrucis, de no haber sido por gente que vio mi primera denuncia en PSN y que se acercó a nosotros para brindarnos apoyo, hubiera muerto mi madre”, dijo Tomás Flores.
A más de un mes siguen esperando respuesta, que puedan revisar las cámaras de seguridad para rectificar que el dinero nunca fue entregado a la familia, que se quedó detrás de la ventanilla con el ejecutivo pero que ante el sistema el dinero aparece como cobrado.
Con información de: Nazul Lopez
