TIJUANA, B.C.- Los hechos violentos en Tijuana han dejado en cero las reservas del Banco de Sangre y sumado a ello la escasez de recursos hacen aún más difícil la situación, sin embargo hay un recurso en el que si se puede intervenir que es el humano.
Los más necesitados son los menores de edad, y los padres se ven en la necesidad de pagar a personas para tener un donante y eso es tipificado como un delito, y si llega a solicitarse sangre de Estados Unidos, esta ni puede cruzar la frontera sin un permiso especial porque es considerado tráfico de órganos.
Son alrededor de 60 menores en tratamiento de cáncer de un total de 240 que están en revisión requieren varias transfusiones para darles una esperanza de vida, sin embargo la gente tiene miedo a donar. En las escuelas no hay ninguna capacitación o materia que se destine a hablar de la donación de altruista y los padres de familia recomiendan a los hijos que no vayan a donar para que no se debiliten.
Sin embargo los requerimientos de la sangre no solo son para los pacientes de oncopediatría a esta necesidad se suman los pacientes que ingresan a urgencias en el área de trauma, cirugías, pacientes crónicos, trasfundiendo diario al menos un tercio de los pacientes, es decir 8 al día, de estos al menos la mitad son trasladados por hechos violentos.
Pero si el paciente no tiene donadores en ese momento hay que acudir al banco de sangre y eso es un problema, la sangre tiene que jerarquizarse para los más graves y pone a los médicos en medio de decidir quién la requiere más, dandole prioridad con ello a cualquier malandro que llegue baleado o navajeado quitando con ello la oportunidad a quien se encuentra en tratamiento.
En algunas ocasiones el personal ha tenido que acudir al banco de sangre para dar aportaciones pero eso no es suficiente. Así que la próxima vez que usted salga a la calle tome en cuenta que pudiera tener un accidente inesperado y quizá en ese momento no haya sangre.
Con información de Ivonne Hernández
