Barril sin fondo de 600 años de antigüedad en las tierras altas de Escocia

© 2016 New York Times News Service

Cualquiera que haya desesperado por mejoras en el hogar, debería compartir un pensamiento para Sir Lachlan Hector Charles Maclean de Duart y Morven.

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El lord escocés ha estado reparando su hogar desde que lo heredó de su padre en 1990, sin final a la vista.

La suya no es una casa ordinaria. Más bien, es un decrépito castillo del siglo XIV – con un calabozo – que tiene techos colapsados y agua de lluvia filtrándose a través de sus muros de 4.80 metros de espesor prácticamente todo el tiempo… incluso durante el verano, que puede ser sumamente húmedo y tempestuoso en Escocia.

¿El costo de reparaciones? Hasta ahora, 1.5 millones de libras (1.95 millones de dólares) y contando.

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Localizado en la isla de Mull, frente a la costa occidental de Escocia, su hogar, el Castillo Duart, es la cabecera ancestral de los Maclean, uno de los clanes más viejos en las Tierras Altas de Escocia. Los ancestros de 74 años de edad del hacendado han estado involucrados en siglos de batallas que enfrentan a católicos contra protestantes, así como a los escoceses en contra de los ingleses, en rivalidades que siguen resonando.

“¿Qué hace uno con una propiedad como esta?” Maclean, el vigesimoctavo jefe del clan, preguntó retóricamente en una tarde reciente mientras bebía té en su sala, probablemente una de las partes acogedoras del castillo a donde se han retirado él y su esposa, Rosie, aunque aún estaba medianamente húmedo y con un tufo a curry rancio.

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Fuerte lluvia reventaba contra las ventanas y el constante zumbido de taladro lo obligó a hablar en voz alta. La sala privada de los Maclean estaba repleta de chucherías modernas al tiempo que, justo debajo, turistas caminaban pesadamente por ahí en el señorial salón de banquetes, viendo parafernalia del clan e intentando localizar un retrete público. Hay, de hecho, dos retretes, pero los dos son inusables: uno puesto casi un siglo atrás y el otro, hace 600 años.

“Mucha gente no querría vivir aquí”, dijo Lachlan Maclean, antes de proceder a enumerar, como un agente inmobiliario excesivamente honesto, las deficiencias de la propiedad. “Es fría; nunca se entibia realmente. Hay mucho viento, y es muy húmedo… y esa no es una combinación muy buena. Algunas personas deben estar pensando: ‘Qué viejo tan tonto, viviendo ahí'”.

Encaramado sobre un abrupto acantilado en una isla ligeramente mayor que la ciudad de Nueva York, el castillo, en diversas etapas de su historia, ha sido invadido, atacado y demolido por clanes rivales que eran leales a reyes escoceses o por tropas combatiendo en nombre de Oliver Cromwell, el revolucionario contrario a la monarquía.

En un punto, el calabozo del castillo contuvo a prisioneros españoles después de un fallido intento de invadir Inglaterra en el siglo XVI. El clan tenía tierras en las islas de Mull, Coll, Tiree y Jura; todas también a lo largo de la costa occidental de Escocia.

Sin embargo, en tiempos modernos, el castillo Duart ha estado bajo ataque, sobre todo, del clima incesantemente malo de Escocia.

Como corresponde a un moderno jefe de clan, cuyo título completo es Sir Lachlan Hector Charles Maclean de Duart y Morven, 12° Baronet, Comandante de la Real Orden Victoriana, Subteniente y Octavo Lord Maclean (se hace llamar Sir Lachlan), su tarea principal consiste en defender el castillo del deterioro y, lo que reviste mayor importancia, del olvido.

Hay 283 días de lluvia en promedio por año en la isla de Mull. Cuando los vientos son particularmente fuertes, dijo, la única forma de salir del castillo, que está confinado por agua de tres lados, es descender casi arrastrándose sobre las manos y rodillas por los escalones de la entrada principal.

Duart, que significa punto negro en gaélico, en asentimiento a la roca volcánica negra donde yace el castillo, es uno de los últimos castillos sobrevivientes de clanes que siguen en manos privadas.

Mantenerlo es una responsabilidad moral, dijo Maclean. “Es algo similar a un punto focal para el clan”, agregó, mientras descendía cuidadosamente por el estrecho cubo de una escalera que fue diseñada en 1360 para tener el ancho suficiente para permitir la entrada un hombre blandiendo una espada. (Sin embargo, había un letrero con la leyenda: “Nos disculpamos por cualquier congestión en las escaleras”.)

El castillo recibe alrededor de 25,000 visitantes al año, algunos de los cuales son parte de la diáspora Maclean que vive en Estados Unidos, Canadá y Australia. El nombre Maclean puede escribirse cuando menos de 15 maneras.

La gente busca cada vez más su herencia y su identidad, dijo Lachlan Maclean, llevando a que algunos visiten el castillo Duart.

En un mundo globalizado, “la gente se está volviendo menos segura de sí misma”, dijo. “Y quieren encontrar el hogar”.

Las reparaciones se pagan parcialmente por la Histórica Escocia, dependencia del gobierno que cuida de importantes monumentos. Están los ingresos de los boletos de entrada de turistas, un cafecito y una tienda en el terreno del castillo. Sin embargo, trabajo llevado a cabo en los años 90 por constructores asesorados por el gobierno escocés terminó siendo de mala calidad, dijo Maclean, lo cual obligó a una nueva ronda de reparaciones. Los constructores terminaron en bancarrota poco después.

Actualmente, el trabajo en el castillo depende cada vez más de donaciones de la población general. “Realmente me gustaría rehacerlo todo”, dijo. “Pero, ¿eres capaz de reunir esa suma de dinero?”

(EMPIEZA CORTE OPCIONAL)

El castillo fue fundado en el siglo XIV y estuvo bien mantenido hasta la década de 1600, cuando los Maclean se alinearon con la Casa de Stuart, causa perdedora, dejándolos pobres y, con el tiempo, sin tierra.

Duart fue ocupado y derribado por el rival clan Campbell en 1688 y fue guarnecido por tropas del gobierno hasta 1751.

Los Maclean eran monarquistas que convocaban a miembros de clanes de Francia para participar de las insurrecciones jacobitas de 1715 y 1745 del lado de la familia Stuart en contra de fuerzas gubernamentales. Eso culminó en la Batalla de Culloden de 1746, cerca de Inverness en las Tierras Altas, cuando los jacobitas fueron derrotados y el aspirante al trono, Bonnie Prince Charlie, escapó al exilio.

Duart fue restablecido en 1911 cuando el bisabuelo de Lachlan Maclean, Sir Fitzroy Maclean, compró de nuevo el castillo, que había sido dejado en ruinas durante 150 años.

La animosidad del clan hacia los Campbell está profundamente arraigada, posiblemente el fruto de disputas familiares, incluyendo el fallido intento del decimoprimer jefe de los Maclean, Lachlan Cattanach, de asesinar a su esposa, Elizabeth, quien era Campbell, porque no había logrado producir un heredero.

Con base en la historia del castillo, ella quedó varada en una roca en mares frente al castillo Duart y dejada para ahogarse cuando subiera la marea. La rescataron pescadores y fue devuelta a su familia, pero no antes que su marido, pensando que ella había muerto, ofreciera sus condolencias a su padre, el Conde de Argyll.

En un giro digno de telenovela, el conde invitó a su yerno a cenar en el castillo Campbell, donde, para asombro del jefe Maclean, su esposa fue hallada sentada a la mesa. Más tarde él contrajo matrimonio dos veces más, pero con el tiempo fue asesinado por un Campbell alrededor de 1523.

Esa rivalidad ya despareció hace mucho tiempo, aunque Lachlan Maclean ha jurado que nunca vestirá un kilt con el patrón Campbell.

Hay una cuestión mayor y más urgente por tratar. “Escocia no puede permitir que este edificio se deteriore porque es demasiado importante para la historia”, dijo.

(TERMINA CORTE OPCIONAL)

Otra incertidumbre está en si el hijo mayor de Maclean, Malcolm, de 43 años de edad, se mudará al castillo cuando lo herede.

“Fui criado aquí. Me encanta vivir aquí”, dijo pensativamente Lachlan Maclean. “Es un viejo edificio al que le tengo mucho cariño”.

Kimiko De Freytas Tamura
© The New York Times 2016