
El mapa delictivo del estado es más amplio y complejo cada vez
Un somero análisis del mapa delictivo de Baja California nos revela cómo algunas organizaciones criminales se han ido apoderando de diversos territorios y municipios en nuestra entidad, cada uno con sus particularidades.
Tijuana como sabemos, encabeza la lista con el deshonroso sitial de ser la ciudad más violenta del mundo, aunque con cifras maquilladas y datos retorcidos, nuestros gobiernos presumen que hemos salido del top ten de las urbes más peligrosas.
Además de las colonias peligrosas como la Sánchez Taboada, Camino Verde y otras, los puntos clave en nuestra frontera son Villas del Campo y Valle de las Palmas ya que en sus fraccionamientos se esconden los principales cabecillas de los grupos criminales que operan en el resto de la ciudad y que pueden huir de sus rivales o de las autoridades hacia Tijuana, Tecate y hasta Ensenada, según convenga.
Mexicali, la capital estatal caracterizada por su tranquilidad, pasó a convertirse en tierra de desapariciones, como en el caso de los jóvenes de los que nunca se volvió a saber tras haber acudido al llamado triángulo de los antros.
Y que decir de su valle y de la zona limítrofe con San Luis Río Colorado, escenario de sangrientas balaceras, la más violenta de la cual se registró en el poblado Luis B. Sánchez y que dejó por saldo 10 muertos y heridos, entre ellos menores de edad.
Tecate y sus zonas como La Rumorosa y El Hongo se han convertido en puntos clave para el robo de combustible o huachicol, así como para el trasiego de drogas y el tráfico de indocumentados, mientras que su zona urbana ha sido escenario de balaceras que han cobrado la vida de policías y hasta de regidores ligados al narcotráfico.
Por lo que toca a Ensenada, la Cenicienta del Pacífico ha quedado en manos de carteles que se disputan la plaza en connivencia con las autoridades, prueba de lo cual han sido las masacres registradas en sus delegaciones y en eventos deportivos como carreras o la muerte de turistas como los desafortunados surfistas extranjeros.
Y que decir de los nuevos municipios como San Felipe, donde en fechas recientes fue ejecutado el líder pesquero Sunshine Rodríguez, o San Quintín con sus pistas clandestina de aterrizaje.
Este es en apretado resumen el mala de la violencia en Baja California, donde el saldo no es nada positivo.