Rusia.- Un par de abuelos estarían enfrentando una cadena perpetua de resultar culpables por el asesinato de su nieto de apenas 11 meses, el cual fue quemado vivo en un horno de barro.
El pequeño fue identificado como Maxim Sagalakov, quien se encontraba bajo el cuidado de sus abuelos mientras su madre, Viktoria, de 20 años, salía de casa.
Cuando Viktoria regresó se encontró con la aterradora escena del cuerpo de su bebé con graves quemaduras en todo el cuerpo, mientras yacía en una especie de horno de barro.
La madre alertó a las autoridades sobre lo sucedido, además de mencionar que los abuelos se encontraban en completo estado de ebriedad cuando llegó a la casa.
La abuela, de 42 años, y el abuelo, de 47, están bajo arresto y se ha iniciado una investigación criminal sobre el “asesinato deliberado de un menor indefenso”, dijeron fuentes policiales.
Con información de Mirror
