Intentó DIF retener a bebé de menor migrante

TIJUANA, Baja California.- Alexander Adonay es el nombre que llevará el bebé que la salvadoreña Milagros de Jesús tuvo en el Hospital General este viernes y del que pudo perder la custodia debido a su condición como menor de edad.

“Al principio me dijeron que no podía salir con mi bebé incluso me retuvieron el acta de mi bebé porque me dijeron que por el hecho de ser menor yo no podía que necesitaba un adulto que me ayudara con los papeles incluso se suponía que el DIF me iba a ayudar con los papeleos y a final el DIF ni siquiera tocó los papeles del bebé se lavó las manos y el acta seguía retenida”, dijo Milagros.

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La joven cuenta que en los días que pasó en el nosocomio fue testigo de diversas irregularidades por parte del personal del hospital y del DIF, quienes le ocultaron que su padre Manuel de Jesús, así como los directivos y amigos del albergue Ágape deseaban verla.

“A menos cuando estaba dentro del hospital en ningún momento me permitieron comunicarme con mi familia mucho menos amigos ni nada incluso me había restringido todas las visitas”, agregó.

De acuerdo con su padre al arribar al lugar le notificaron que el caso estaba en manos del DIF aún cuando expresó sus intenciones de hacerse cargo de su hija y nieto.

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“Me dijeron cuando yo fui a ver a la trabajadora social decía que no podía que ya estaba en manos del DIF, entonces supuestamente yo soy el papá y tengo todo el derecho que me la den de alta”, indicó.

A pesar de contar con Seguro Popular, una vez demostrado el parentesco a Manuel le fue solicitada la cantidad de 5 mil 500 pesos para poder dar de alta a Milagros y al recién nacido Alexander.

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“Fui a la caja y me dijeron que yo debía pagar 5 mil 500 para que a ella me la dieran de alta, entonces yo me desespero ¿cómo es eso que ni a mí que soy en papa me la quieren dar de alta?”, aseveró.

La migrante de 15 años comenta que luego de la queja presentada en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California (Cedhbc) por el director Ágape Alberto Rivera con respecto al implante anticonceptivo le pidieron a ella firmar un consentimiento para colocárselo el cual concedió, pero dijo se sintió presionada para hacerlo.

“Ya había tenido mi bebé cuando me dijeron que si yo quería el chip y les dije que sí. En el momento sí me sentí presionada”, señaló la joven.

Según comenta el pastor Alberto Rivera fue gracias a la presión por parte de la prensa y del padre de Milagros que en el Hospital General desistieron de realizar el cobro, logrando que los dieran de alta.

La migrante afirma que con ayuda de su padre y hermana criará a su bebé en Tijuana, donde desea continuar sus estudios y recibirse como abogada.


Con información de Fabiola Solano.