Los usuarios de transporte público se mostraron molestos ante el bloqueo de taxis, sin embargo, se solidarizaron con los trabajadores.
TIJUANA, Baja California.- No sólo los taxistas de la línea Rojo y Negro sufrieron la represión del gobierno del estado, que a punta de jalones y pedradas los retiraron del bulevar Díaz Ordaz; los miles de usuarios del transporte público también fueron víctimas, ya que llegaron tarde a sus centros de trabajo o escuelas debido al bloqueo.
Algunos mostraron su molestia por no poder llegar a tiempo a sus destinos pero se solidarizaron con los trabajadores ante la injusticia que están viviendo por la publicación del decreto estatal, el cual no les permite operar en el corredor Aguacaliente.
Ante el caos vehicular que se originó por el bloqueo, el titular del Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS), Jorge Alberto Gutiérrez Topete, expuso que después del conflicto se abrió el bulevar Díaz Ordaz.
Pero a pesar del campo de guerra que se registró entre elementos de la Fuerza Estatal y los trabajadores del volante, hubo quienes no desaprovecharon la oportunidad para promocionar sus negocios, que permanecieron cerrados durante varias horas a causa del bloqueo.
Un locatario de la zona se vistió de ángel y utilizó su ingenio no sólo para promocionar su negocio de cafés y boba, sino también para apaciguar las aguas que estaban bastante agitadas por la guerra campal entre la corporación policíaca y los taxistas.
Con información de Carolina Vázquez