Bolillo, el perro migrante de Honduras, también busca el sueño americano

Bolillo, el perro migrante, ha estado caminando hacia el norte con su dueño desde el 12 de octubre, cuando ambos abandonaron San Pedro Sula, Honduras, con destino a los Estados Unidos.

El pitbull ha sido el perro de Adalberto López por solo siete meses, pero no pudo dejar atrás a su mascota.

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En cuanto al nombre, es su segundo. En Honduras lo llamaron La Bestia por el tren de carga que ha llevado a muchos migrantes al norte a través de México. Pero cuando López y su perro cruzaron la frontera, el perro cambió su nombre por el tradicional pan mexicano porque ha sido el alimento básico de su dieta mientras viajaba como parte de la caravana de los inmigrantes.

“Tuvimos que darle un nombre que era famoso en México”, dijo López.

La pareja ha viajado más de 800 kilómetros desde que salieron de Honduras, caminando y enganchando.

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Hubo una breve parada en Huitxtla, Chiapas, y una distracción para Bolillo, que tuvo la oportunidad de jactarse con un pitbull femenino llamado Luna, cuyos dueños le prometieron a López un par de pollos asados ​​si los dos criaban.

Por la noche Bolillo duerme en una caja que López lleva sobre su espalda durante el día.

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El perro bien entrenado hace su trabajo lejos de los campamentos de los migrantes, nunca ladra de noche, es cariñoso y obediente.

Con información de Mexico News