SAO PAULO, Brasil.- El pasado martes, el presidente, Jair Bolsonaro, aseguró que “sólo Dios” puede removerlo de la presidencia, esto tras fortalecer sus ataques contra las instituciones y el sistema electoral de Brasil, en una jornada donde movilizó a decenas de miles de seguidores en las ciudades de Brasilia, Sao Paulo y Río de Janeiro por el Día de la Independencia.
“A los que quieren hacerme inelegible les digo: sólo Dios me saca de ahí”, afirmó ante sus seguidores en la emblemática avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo, y añadió que terminará su mandato “muerto o con victoria, pero no preso. […] Quiero decir a los canallas que yo nunca seré preso, mi vida pertenece a Dios, pero la victoria es nuestra”, señaló.
Bolsonaro lleva meses cuestionando la fiabilidad de las urnas electrónicas, que funcionan desde 1996 en el país, las cuales lo condujeron a él mismo a sucesivos mandatos en la Cámara de Diputados y a la presidencia en 2018.
Sin embargo, sus críticas sin fundamento hicieron que el Supremo Tribunal Federal y la justicia electoral abrieran una investigación en su contra, lo cual incrementó su retórica contra estas instituciones.
“Queremos elecciones limpias, democráticas, con conteo público de los votos. No puedo participar en una farsa como la que defiende el Tribunal Superior Electoral (TSE)”, exclamó durante su jornada.
El Congreso y los tribunales han resistido el intento del mandatario de introducir el voto impreso como respaldo del sistema de votación electrónica pues, según él, es vulnerable al fraude. El tribunal electoral sostiene que el sistema es transparente y seguro.
Con información de La Jornada
