Brasil abandonó los planes para albergar conversaciones cruciales sobre el clima de la ONU en 2019 en medio de crecientes signos del anti-internacionalismo del nuevo gobierno formado por el presidente electo Jair Bolsonaro.
El Ministerio de Relaciones Exteriores anunció el cambio en un mensaje a Patrícia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático, según el sitio web de noticias O Globo.
Dos meses después de ganar la licitación para organizar la conferencia COP25 en 2019, la nota dice que Brasil retirará su oferta para organizar el evento debido a la transición en las restricciones gubernamentales y presupuestarias, se lee en el documento.
La decisión es un golpe a los esfuerzos globales para prevenir niveles peligrosos de calentamiento global. Brasil, que alberga la selva tropical más grande del mundo, el Amazonas, ha sido un jugador importante en las conversaciones internacionales sobre el clima. Su repentino debilitamiento del apoyo se produce días antes de la apertura de las conversaciones sobre el clima de este año en Katowice, Polonia.
La ONG del Observatorio del Clima dijo que Brasil había renunciado a su papel en una de las áreas donde más lo necesitaba el mundo y su propia gente.
“Al ignorar la agenda climática, el gobierno federal tampoco protege a la población, afectada por un número creciente de fenómenos meteorológicos extremos. Desafortunadamente, estos no dejan de ocurrir solo porque algunos dudan de sus causas “, dijo el grupo en un comunicado.
“No es la primera y ciertamente no será la última mala noticia de Jair Bolsonaro para esa área”.
La promesa rota está en línea con la retórica antiglobalista del ex capitán de ejército de extrema derecha, quien fue elegido presidente en octubre y tomará el poder en enero. Amenazó con renunciar al acuerdo climático de París, y luego dio marcha atrás, pero no ha ocultado su deseo de abrir el Amazonas a la minería, la agricultura y la construcción de represas.
