Jair Bolsonaro se ha burlado de Michelle Bachelet, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, por la dictadura chilena que la torturó a ella y a sus padres, luego de que criticara los crecientes asesinatos policiales y un espacio “reducido” para la democracia en Brasil.
“Ella defiende los derechos humanos de los vagabundos”, dijo el miércoles el presidente brasileño a los periodistas. “Senhora Michelle Bachelet, si el pueblo de Pinochet no hubiera derrotado a la izquierda en 73, entre ellos su padre, Chile sería una Cuba hoy”.
El padre de Bachelet, Alberto, un general de la fuerza aérea, fue encarcelado y torturado por oponerse al golpe militar de 1973 dirigido por Augusto Pinochet, y murió de un ataque al corazón en la prisión. En 2014, dos oficiales militares chilenos retirados fueron condenados a prisión por torturarlo. Bachelet y su madre, Ángela Jeria, también fueron encarceladas.
Bolsonaro alabó con frecuencia la dictadura militar de 21 años de Brasil y expresó su admiración por gobernantes como Pinochet, cuyo régimen mató a más de 3 mil personas entre 1973 y 1990.
Sus comentarios se produjeron después de que Bachelet criticara el aumento de los asesinatos policiales en las dos ciudades más grandes de Brasil.
En el primer semestre de este año, 426 personas fueron asesinadas por la policía en el estado de São Paulo, mientras que en el estado de Río de Janeiro, 881 fueron asesinadas por la policía en el mismo período. Las cifras significan que los asesinatos de la policía de Río aumentaron en un 15%, incluso cuando los homicidios totales en el estado disminuyeron en un 23%, informó el sitio web G1.
El mes pasado, Bolsonaro dijo que esperaba que se propusieran nuevas leyes que faciliten a la policía tomar vidas, lo que significaría que los delincuentes “mueren en la calle como las cucarachas”.
“Hemos visto grandes aumentos en la violencia policial en 2019 en medio de un discurso público que legitima las ejecuciones sumarias”, dijo Bachelet. Las negaciones de delitos estatales pueden “afianzar la impunidad y reforzar el mensaje de que los agentes estatales están por encima de la ley”, dijo. Las personas negras y los residentes de las favelas se vieron desproporcionadamente afectados, agregó.
Bachelet también expresó su preocupación por la “reducción del espacio civil y democrático” en Brasil y dijo que al menos ocho defensores de los derechos humanos fueron asesinados de enero a junio “principalmente por disputas de tierras”. Ella dijo que un tercio de los incendios de la Amazonía estaban en áreas protegidas indígenas o de conservación.
Con información de The Guardian
