Aviones de combate han atacado Ghouta, el último enclave rebelde cerca de la capital siria por quinto día consecutivo, mientras la ONU abogó por una tregua para detener uno de los ataques aéreos más feroces de la guerra civil de siete años y evitar una “masacre”.
Más de 335 personas han muerto desde el domingo en el enclave asediado por los rebeldes del este de Ghouta en las afueras de Damasco, y murieron 13 civiles más en las últimas huelgas del jueves, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Las agencias de ayuda, incluidos la Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos, piden un cese al fuego urgente que les permita llegar al este de Ghouta, donde más de 1,200 personas han resultado heridas, exacerbado por ataques a hospitales, clínicas y ambulancias.
Las llamadas fueron repetidas por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien exigió la suspensión inmediata de “todas las actividades bélicas” en el suburbio de Damasco, controlado por los rebeldes, que describió como un “infierno en la tierra”.
Los residentes aterrorizados de la zona, donde 400,000 personas están atrapadas, se refugiaron en cuevas, refugios y sótanos, mientras una lluvia de explosivos golpeaba casas, carreteras y hospitales en medio de lo que las autoridades de ayuda advirtieron que era una catástrofe humanitaria en desarrollo.
“Hay una necesidad de evitar la masacre, porque seremos juzgados por la historia”, dijo el enviado de la ONU en Siria, Staffan de Mistura.
Se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU vote pronto sobre un proyecto de resolución que exige un cese al fuego de 30 días para permitir entregas de ayuda y evacuaciones médicas. Pero de Mistura dijo que esperaba que el consejo de seguridad aceptara una resolución, pero no sería fácil.
Rusia, el aliado de Bashar al-Assad con poder de veto, estaba dispuesto a considerar un alto el fuego solo si no cubre Estado Islámico, Frente Nusra y otros grupos “que bombardean barrios residenciales de Damasco”, dijo su ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.
Con información de The Guardian
