La caída en los casos del Zika pone fin a la emergencia 18 meses después de que el virus llegara a los titulares de todo el mundo
Brasil ha declarado el fin de su emergencia de salud pública por el virus del Zika, 18 meses después de que un aumento de los casos se convirtiera en titulares del orbe.
El virus transmitido por mosquitos no se consideró una amenaza importante para la salud hasta que el brote de 2015 reveló que Zika puede conducir a defectos congénitos graves. Uno de esos defectos, la microcefalia, hace que los bebés nazcan con cráneos mucho más pequeños de lo esperado.
Fotos de bebés con el defecto difundieron el pánico alrededor del mundo mientras el virus se reportaba en docenas de países. Muchos turistas cancelaron sus viajes a lugares infectados por Zika. La preocupación se extendió aún más ampliamente cuando los funcionarios de salud dijeron que también podría transmitirse por contacto sexual con una persona infectada.
El susto de salud se produjo justo cuando Brasil, el epicentro del brote, se preparaba para acoger los Juegos Olímpicos de 2016, alimentando preocupaciones de que los Juegos podrían ayudar a propagar el virus. Una atleta, un surfista española, dijo que consiguió a Zika mientras se entrenaba en Brasil antes de los Juegos.
En respuesta al brote, Brasil lanzó una campaña de erradicación de mosquitos. El ministerio de salud dijo que esos esfuerzos han ayudado a reducir drásticamente los casos de Zika. Entre enero y mediados de abril, se registró un 95% menos de casos que en el mismo período del año pasado. La incidencia de microcefalia también ha disminuido.
Pero la OMS ha advertido que el Zika está “aquí para quedarse”, incluso cuando los casos de ella vayan cayendo, y que luchar contra la enfermedad será una batalla continua.
