Los empresarios chinos pagaron millones de dólares a una empresa brasileña que sobornó a funcionarios ambientales de un estado amazónico para exportar ilegalmente madera preciosa a China. Pero en un raro éxito contra la creciente deforestación en el Amazonas, la policía y los fiscales brasileños pudieron detener el plan antes de que las exportaciones comenzaran en serio y dijeron que salvaron al estado de un posible daño ambiental de 30 millones de dólares.
Esta semana los fiscales presentaron detalles de dos operaciones conectadas durante todo el año que han acusado a 31 personas, incluidos dos empresarios chinos, empresarios brasileños, funcionarios de medio ambiente y el ex director del instituto de licencias ambientales del estado de Amapá, en el extremo este de la Amazonía brasileña.
Dijeron que dos ciudadanos chinos, el empresario Xiaoliang Xu y su asociado, intérprete y compañero inversionista Xie Ping habían pagado a la compañía brasileña Pangea Mineração (Pangea Mining) $ 3m de $ 15m acordados por 50,000 metros cuadrados de madera.
“Hubo inversores chinos que querían extraer madera en grandes cantidades de Brasil. Hicieron contacto con los madereros “, dijo Everton Aguiar, un fiscal federal en la capital del estado de Amapá, Macapá. “Estaban armando un plan y fue derrotado”.
La policía se interesó en la compañía después de un aviso anónimo y comenzó a monitorearla.
Según los fiscales, Pangea utilizó otra compañía, Ordena Brasil, para sobornar a funcionarios del Instituto Amapá de Medio Ambiente y Planificación Territorial (Imap) para emitir “créditos de reemplazo forestal” que se emiten a los agricultores que cosechan madera de manera sostenible. replantar áreas deforestadas.
En 2014, una investigación de Greenpeace descubrió que se estaba utilizando un sistema similar para “blanquear” la madera talada ilegalmente en el vecino estado de Amazonas Pará, por lo que podría exportarse con documentación aparentemente legal.
Los fiscales dijeron que se identificaron créditos fraudulentos para cerca de 84,000 metros cuadrados de los cuales se utilizaron 20,000 metros cuadrados. No está claro cuánto, si algo, de la madera realmente se exportó.
Con información de The Guardian
