La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido a Theresa May que la UE no se dejará consumir por las negociaciones del Brexit, ya que la oferta de la primera ministra británica sobre los derechos de los ciudadanos fue rechazada por los líderes europeos como vaga e inadecuada.
Merkel insistió en que su prioridad no eran las conversaciones del Brexit, sino dirigir a la UE hacia un futuro mejor, a raíz de una cumbre de dos días en Bruselas, donde los temas discutidos abarcaron la lucha contra la difusión de la propaganda terrorista en Internet.
En respuesta a la oferta de May sobre los derechos de los ciudadanos después del Brexit, también advirtió que el Reino Unido y la UE tenían un “largo camino por recorrer” si iban a llegar a un acuerdo sobre el tema.
En una simbólica rueda de prensa conjunta con el presidente francés, Emmanuel Macron, Merkel dijo: “Fue un buen comienzo, pero -y estoy tratando de decirlo muy cuidadosamente- no fue un gran avance.”
“Hemos dicho que queremos perseguir este asunto en buena cooperación, pero lo que ha salido ayer fue también que todavía tenemos un largo camino por recorrer todavía. Y los 27 [otros países de la UE], especialmente Alemania y Francia, estarán bien preparados, no nos dejaremos dividir “.
Merkel dijo que el Brexit no había sido el punto principal de la cumbre, y que no permitiría que el asunto descarrilara el progreso en otras áreas vitales. “Tenemos que cuidar nuestro propio futuro como UE27”, dijo Merkel. “Este trabajo debe tener precedencia sobre las negociaciones de Brexit”.
May hizo su oferta de apertura a los líderes de la UE sobre los derechos de los ciudadanos durante la cena del jueves por la noche, describiéndola como un intento “justo y serio” de proteger los derechos de 3,5 millones de ciudadanos europeos en el Reino Unido y 1,2 millones de británicos en la UE.
Bajo los términos de la oferta, las personas que lleguen legalmente antes del Brexit tendrá la oportunidad de construir los mismos derechos al trabajo, la salud y los beneficios como ciudadanos del Reino Unido.
Con información de The Guardian
