TIJUANA, Baja California.- Los brownies, los muffins y las paletas se han convertido el gancho perfecto para inducir a los menores de 6 a 17 años al mundo de las drogas. Los vendedores de narcóticos utilizan este tipo de alimentos para llegar fácilmente a los niños y adolescentes, ya que al ser prácticamente un postre no se percatan de que están alterados con cocaína o marihuana. Con el primer bocado las neuronas del cerebro se activan provocando una sensación de poder y energía y en otros casos tranquilidad y sueño. Al pasar el tiempo los nuevos consumidores necesitan sentir ese placer que les provoca el comer estos pastelitos, es ahí cuando los infantes se convierten en adictos.
De acuerdo con la directora del Instituto Municipal contra las Adicciones, María Fernanda Toledo Lelevier, en México el consumo empieza en las primeras etapas de la adolescencia.
“Según datos de la Inegi, el 34 por ciento de la población en Tijuana, de los 12 años ya han consumido sustancias psicoactivas. Por ejemplo, OEA, ya marco que el alcohol es la principal sustancia legal que consumen los niños”
La titular de la dependencia informó que es preocupante que los jóvenes inicien desde muy temprana edad el consumo de sustancias psicoactivas.
“Hace unos días tuve una entrevista con dos niños en un centro de jóvenes y el niño tenía 13 años y al estar escuchando su historia te narra como desde los 9 años empezó a consumir mariguana, líneas de cristal y esto por el abandono de sus padres”.
Por último, Toledo informó que el consumo de las drogas y el alcohol inicia en las escuelas, en las casas y en las fiestas, por lo que es de suma importancia que los padres conversen con sus hijos sobre el tema.
“Nosotros tenemos que llegar a los padres por eso también tenemos escuela para padres en Imcad, por lo mismo, porque ellos ocupan detectar que no pueden dejar al alcance de sus hijos, ningún tipo de sustancia legal o ilegal”.
Con información de: Carolina Vázquez
