La capital de Argentina entrará en un cierre total de seguridad el jueves cuando los jefes de estado de las 20 economías más grandes del mundo comiencen a llegar para la cumbre de dos días del G20, que comenzará el viernes.
Todos los vuelos sobre Buenos Aires se desviarán y los trenes, el metro y todo el transporte público se cancelarán durante la cumbre, ya que la ciudad se prepara para unas 33 protestas contra el G20 y eventos culturales.
El viernes ha sido declarado día festivo, y el gobierno de centro-derecha del presidente argentino, Mauricio Macri, ha alentado a los habitantes de la ciudad a salir de la ciudad durante la conferencia.
“Le recomendamos que use el largo fin de semana para irse”, dijo la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. “Vete el jueves porque la ciudad se va a complicar mucho”.
La cancelación del transporte público se extenderá más allá de la ciudad capital y se extenderá a partes del área del Gran Buenos Aires, afectando a sus 12 millones de habitantes.
Alrededor de 22,000 policías y agentes de seguridad estarán involucrados en la vasta operación de seguridad.
“Habrá muchas zonas prohibidas, porque las medidas de seguridad serán muy fuertes y vamos a tomar decisiones inmediatas si hay violencia porque no lo vamos a permitir”, dijo Bullrich.
“Sabemos que hay intentos de generar espacios de violencia extrema y situaciones de caos y disturbios durante el G20”, advirtió Bullrich.
La policía de Buenos Aires fue criticada durante el fin de semana cuando no pudieron detener a los simpatizantes del club de fútbol River Plate de atacar a un autobús que transportaba a jugadores del club rival Boca Juniors.
Los nervios ya estaban desgastados la semana pasada cuando cuatro atentados con bombas obligaron a la evacuación del senado, la embajada de Estados Unidos y otros edificios públicos.
En un país con una larga tradición de grandes protestas callejeras, aunque generalmente pacíficas, los activistas contra el G20 están planeando una gran cantidad de manifestaciones y eventos.
Una manifestación de un día de duración que incluye una “Cumbre de la gente” está programada para el jueves en la plaza gigante frente al Congreso, lo que complica aún más el tráfico del centro de la ciudad.
Con información de The Guardian
