Mantener buenos hábitos de higiene, lavado de manos y ser cuidadosos al viajar a zonas donde las condiciones sanitarias son deficientes y la calidad de agua sospechosa, evita contraer el virus que causa la hepatitis, padecimiento que afecta directamente al hígado.
El doctor Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis, Río Colorado, Sonora, detalló que es importante evitar el contacto con cualquier objeto contaminado con materia fecal.
Dijo que los síntomas se presentan inicialmente con náuseas, vómitos, malestar general y fiebre. También puede aparecer dolor abdominal, coloración obscura de la orina, evacuaciones blanquecinas e ictericia –piel amarilla-.
Señaló que existen varios tipos de hepatitis; las A y B son frecuentes en la infancia, ya que afectan de forma leve y por lo general no dejan secuelas, aunque dijo que eventualmente, existen altas posibilidades de infección crónica. Las otras son hepatitis C, D y E.
Advirtió que todas son muy contagiosas, la primera se contagia por vía fecal-oral, B y C el contagio es parental –agujas u otros artefactos contaminados- y vía sexual. Comer mariscos crudos o al bañarse en una piscina poco tratada también puede implicar contagio.
El especialista puntualizó que no existe un tratamiento específico, la principal medida para ayudar a combatirla es la higiene, se deben evitar las comidas grasosas y picantes, en tanto que para disminuir los trastornos gastrointestinales es importante beber agua frecuentemente –de preferencia azucaradas- y guardar reposo.
La mejor forma de prevenir es la vacunación infantil, se recomienda a los 2 años de edad; hábitos sanos de alimentación e higiene. Las personas en alto riesgo como quienes que trabajan en hospitales también deben vacunarse. Otras medidas que se pueden tomar son evitar ingerir alcohol y no compartir agujas infectadas.
