Los ex presidentes estadounidenses George H.W. Bush y George W. Bush emitieron el miércoles una declaración conjunta que condenaba “la intolerancia racial, el antisemitismo y el odio” mientras Donald Trump se enfrentaba a una reacción creciente por su defensa de quienes participaron en el mítin de extrema derecha en Charlottesville, Virginia.
El padre y el hijo no mencionaron a Trump por su nombre, pero su rara intervención combinada vino después de los comentarios de Trump de que “hay culpa de ambos bandos” por la violencia mortal del sábado.
“Estados Unidos siempre debe rechazar la intolerancia racial, el antisemitismo y el odio en todas sus formas”, dijo Bush en un comunicado, citando a uno de los padres fundadores de la nación, el tercer presidente, Thomas Jefferson, quien vivió cerca de Charlottesville.
“Mientras oramos por Charlottesville, nos recuerdan las verdades fundamentales registradas por el ciudadano más prominente de la ciudad en la Declaración de Independencia: todos somos creados iguales y dotados por nuestro creador de derechos inalienables. Sabemos que estas verdades son eternas porque hemos visto la decencia y la grandeza de nuestro país “.
Los partidarios se enfrentan a una intensa presión para denunciar a Trump, quien en una conferencia de prensa belicosa el martes trajo una equivalencia moral entre los supremacistas blancos y un grupo inexistente que calificó de “alt-izquierda”.
El miércoles, Trump se vio obligado a desmantelar dos consejos empresariales de la Casa Blanca que se desintegraban a su alrededor después de varias dimisiones de los jefes ejecutivos que amenazaban con caer en cascada. La decisión fue un duro golpe para Trump, quien se desempeñó como un presidente de negocios. Sin arrepentirse, twitteó: “En lugar de presionar a los empresarios del Consejo de Fabricación y del Foro de Estrategia y Política, termino ambos. ¡Gracias a todos!”
Los comentarios de Trump se produjeron momentos después de que dos líderes empresariales más renunciaron y lo pusieron en desacuerdo con los republicanos, los jefes ejecutivos y los asesores de la Casa Blanca que a principios de esta semana lo habían empujado a condenar con más fuerza y específicamente a los miembros del Klan, neonazis y supremacistas blancos. A las calles de Charlottesville, ostensiblemente para protestar contra la proyectada remoción de una estatua del general confederado Robert E Lee.
Con información de The Guardian
