PRAGA, República Checa.- Los restos podridos de varios tigres, leones y pumas fueron descubiertos recientemente en una redada en una casa en Praga. Este inquietante hallazgo fue la culminación de una investigación de cinco años que reveló un comercio ilegal de vida silvestre exótica que florece en el corazón de Europa.
Las autoridades checas lograron identificar las principales figuras detrás de una red internacional de crímenes que habían estado procesando y vendiendo partes de gatos salvajes como medicina tradicional china.
Las garras, los dientes, los huesos, la piel y los extractos de sus cuerpos conocidos como “vino de tigre” o “caldo” se introdujeron de contrabando en Asia o se utilizaron para satisfacer la demanda interna de productos de tigre. Los tigres sacrificados vinieron de la instalación de cría privada más grande del país para leones y tigres, donde, oficialmente estos gatos monteses protegidos se crían para circos, atracciones en la carretera y zoológicos de mascotas.
Esta historia ofrece un claro recordatorio de la crueldad engendrada por la cría en cautividad. Incluso los zoológicos anunciados como los faros de la conservación de especies en peligro de extinción juegan un papel controvertido en esta historia.
Información de Ponderwall
