Las pandillas de narcotraficantes en Guerrero están centrando su atención en la minería, debido a que los precios del de opio se desploman, la violencia aumenta y el opioide conocido como “china blanca” inunda en México, dice un obispo local.
Salvador Rangel, obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, dijo a los reporteros esta semana que el cultivo de opio ya no es rentable debido a los bajos precios que producen sus pastas.
Así que están dirigiendo su atención a las minas y los aserraderos.
Las guerras territoriales entre bandas de delincuentes que compiten entre sí se han intensificado, dijo Rangel, mientras intentan tomar el control de las minas de oro y plata y las fábricas de madera.
El obispo reconoció que la tregua de Navidad que intentó negociar no tuvo éxito.
“Mientras las drogas, en particular el chicle de opio que se extrae de las amapolas, no proporcionen un buen beneficio, los problemas continuarán”, dijo Rangel.
“El precio cayó completamente. Hace tres años, [el chicle de opio] costaba 35,000 o 40,000 pesos [US $ 1,800 a $ 2,000] por kilo y ahora están pagando 3,500 o 4,000 pesos [US $ 180 a $ 200]. La gente de la Sierra con la que tengo contacto ya no quiere plantar [amapolas], dicen simplemente que “ya no nos mantiene”.
El obispo dijo que en las zonas montañosas de Guerrero, donde el cultivo de amapolas ha apoyado a las comunidades durante décadas, las personas ahora viven en la pobreza.
“. . . Especialmente los campesinos [agricultores de pequeñas parcelas], quienes fueron obligados por el crimen organizado a plantar [amapolas] y venderlas a cierto grupo. “Muchos asesinatos ocurrieron en Guerrero porque una comunidad eligió vender a un grupo diferente que pagó mejor”, dijo Rangel.
“Están atravesando una situación sin precedentes debido a la caída en el precio de la goma de opio y la invasión del blanco de china a México desde los Estados Unidos. Es un momento oportuno para que el gobierno haga algo para apoyar a estas personas que son muy pobres. El hambre es la madre de todas las guerras. “Si solo hubiera estabilidad económica para que hubiera estabilidad social”, agregó.
A principios de este año, un grupo de líderes comunitarios de la región de Sierra del estado apeló al entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador para legalizar el cultivo de adormidera para usar en la fabricación de productos farmacéuticos legales.
En agosto, el Congreso de Guerrero aprobó casi por unanimidad una propuesta para despenalizar el cultivo de amapolas con fines medicinales, pero requiere apoyo federal para que se convierta en ley.
La secretaria del Interior, Olga Sánchez Cordero, dijo que la legalización de las drogas es una posibilidad como parte de la búsqueda para llevar la paz al país.
