CALIFORNIA, Estados Unidos.- El estado de California se enfrenta a una situación crítica tras la declaración de estado de emergencia debido al avance del incendio forestal conocido como “Line”, el cual ha estado arrasando la región desde el jueves 5 de septiembre. Este voraz incendio ha destruido más de 83.17 kilómetros cuadrados de terreno, dejando a su paso devastación y desplazando a miles de personas.
La proclamación del estado de emergencia, emitida por el gobernador Gavin Newsom, ha sido fundamental para movilizar recursos estatales en la lucha contra el incendio. Este decreto no solo permite que las agencias gubernamentales trabajen de manera más coordinada, sino que también garantiza que se brinde apoyo inmediato a las comunidades que se encuentran en peligro. Los residentes afectados han recibido órdenes de evacuación, y se han habilitado refugios temporales para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares.
Según el último informe de Cal Fire, hasta la mañana de este lunes, solo el 3% del incendio ha sido contenido, lo que refleja la magnitud del desafío al que se enfrentan los bomberos. Más de 600 bomberos están desplegados en la zona, trabajando incansablemente para controlar las llamas y evitar que se propaguen a nuevas áreas. Las condiciones climáticas, como el viento y la baja humedad, han complicado los esfuerzos de contención, y las autoridades advierten que el incendio podría seguir expandiéndose en las próximas horas.
El gobernador Newsom ha instado a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales y a seguir las instrucciones de las autoridades locales para garantizar su seguridad. Mientras tanto, los equipos de emergencia continúan trabajando para proteger vidas, propiedades y la infraestructura crítica de la región.