Unos 4,000 participantes de bajos ingresos en la provincia canadiense recibirán pagos mensuales para evaluar si el programa de ingresos básicos puede proporcionar estabilidad y cambios positivos
La provincia canadiense de Ontario lanzará este verano una prueba de ingresos básicos universales con cerca de 4,000 participantes, convirtiéndose en el primer gobierno norteamericano en décadas en probar una política considerada como una panacea para la pobreza, la burocracia masva y el aumento del trabajo precario.
Los participantes en el programa piloto de tres años y 150 millones de dólares canadienses serán extraídos de las ciudades de Hamilton, Thunder Bay y Lindsay. Un correo electrónico seleccionado al azar invitará a las solicitudes en los próximos meses, con los participantes seleccionados para asegurarse de que están entre las edades de 18 y 64 años y que viven con un ingreso bajo.
El proyecto piloto incluirá una mezcla de aquellos que trabajan en empleos mal pagados o precarios y los que reciben asistencia social, y los participantes pueden optar en cualquier momento durante los tres años.
“Este es un nuevo mundo con nuevos desafíos”, dijo Kathleen Wynne, principal de Ontario, el lunes, al anunciar detalles del muy esperado piloto. “De la tecnología a Trump, es un momento de mayor incertidumbre y cambio”.
Un proyecto con futuro
El objetivo del proyecto es contestar si el ingreso básico -una idea que los miembros de la izquierda y de la derecha han promocionado durante mucho tiempo- es un medio eficaz de abordar esta imprevisibilidad. Los pagos mensuales incondicionales comenzarán a fluir este verano; Las personas solteras recibirán hasta 16,989 dólares, mientras que las parejas recibirán 24,027 dólares. Todos los participantes continuarán recibiendo beneficios por hijos o incapacidad, si es aplicable.
Los ingresos mensuales representan un ligero aumento para los que actualmente están recibiendo asistencia social o apoyo a la discapacidad pero vienen con menos monitoreo y administración. Los que trabajan verán la cantidad de su renta básica reducida en 50 centavos por cada dólar que ganan.
“No es una suma extravagante por ningún medio”, dijo Wynne. “Pero nuestro objetivo es claro. Queremos averiguar si un ingreso básico hace una diferencia positiva en la vida de las personas. Si este nuevo enfoque les da la capacidad de comenzar a alcanzar su potencial “.
Monitoreo constante
Los resultados del estipendio mensual serán monitoreados continuamente, con los investigadores profundizando en su impacto en la salud, la educación, la vivienda y la participación en el mercado de trabajo. La provincia también está en las primeras etapas de trabajar con socios aborígenes para desarrollar un piloto paralelo que probaría la idea entre las comunidades de las Primeras Naciones.
El plan comenzó en junio pasado, cuando el gobierno provincial encargó a un estratega político conservador y abogado de largo plazo de la idea de explorar posibles direcciones para el piloto.
La prueba en Ontario se produce cuando la idea de ingresos básicos está experimentando un renacimiento popular. A medida que los líderes de todo el mundo luchan por encontrar un equilibrio entre la lucha contra la pobreza, el empuje por la austeridad y la erosión constante de los empleos estables con pensiones y beneficios, los proyectos básicos de ingresos están en marcha en Finlandia, Holanda y Kenia.
Con información de The Guardian
