Un tribunal chino condenó a muerte a un hombre canadiense por cargos de tráfico de drogas después de considerar que su sentencia original de 15 años en la cárcel era demasiado indulgente.
Robert Schellenberg, de 36 años, fue declarado culpable en noviembre de ser un accesorio del contrabando de drogas. Una apelación fracasó cuando en diciembre el tribunal ordenó un nuevo juicio después de que los fiscales declararon que las nuevas pruebas demostraron que Schellenberg desempeñó un papel importante en las operaciones de tráfico de drogas.
De acuerdo con un comunicado emitido el lunes, el tribunal de la gente de Dalian en la provincia nororiental de Liaoning condenó a muerte a Schellenberg después de un nuevo juicio de un día.
“La evidencia es convincente y amplia, y los cargos penales están bien fundados”, dijo el tribunal. Dijo que Schellenberg podría apelar ante el tribunal superior de Liaoning dentro de los 10 días de la sentencia.
Se espera que la sentencia incremente las tensiones diplomáticas entre China y Canadá. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que Ottawa continuará “comprometiéndose fuertemente” con Pekín.
“Es de extrema preocupación para nosotros como gobierno, como debería serlo para todos nuestros amigos y aliados internacionales, que China haya elegido comenzar a aplicar arbitrariamente la pena de muerte … como en este caso”, dijo Trudeau.
El 1 de diciembre, las autoridades canadienses arrestaron a Meng Wanzhou, un alto ejecutivo de Huawei y ciudadano chino, por extradición a los Estados Unidos. Los críticos dicen que Beijing está utilizando el caso de Schellenberg para ejercer presión sobre Ottawa.
Pocas semanas después del arresto de Meng, las autoridades chinas detuvieron a un ex diplomático, Michael Kovrig, y a un empresario, Michael Spavor. Varios otros canadienses han sido detenidos y deportados.
Schellenberg, un ex trabajador de un campo petrolero, ha estado detenido desde 2014 en un caso que inicialmente atrajo poca atención pública. La declaración del tribunal dijo que Schellenberg era parte de un intento fallido de contrabandear 225 kg de metanfetamina a Australia escondiendo las drogas en los neumáticos.
En diciembre, las autoridades ordenaron un nuevo juicio e invitaron a los medios de comunicación extranjeros, una rareza para los tribunales chinos, que normalmente hacen todo lo posible para limitar el acceso.
Sophie Richardson, el director de China de Human Rights Watch, dijo: “Beijing tendrá que responder al mundo por qué este caso particular contra un ciudadano de un país en particular tuvo que ser reintentado en este momento en particular”.
Los extranjeros han sido ejecutados por delitos relacionados con drogas en China, pero el caso de Schellenberg es notable por su oportunidad y la publicidad que las autoridades chinas dieron al nuevo juicio.
