El comandante de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur dijo que ha visto “poco o ningún cambio verificable” en la capacidad militar de Corea del Norte, a solo unas semanas de una segunda cumbre entre Donald Trump y el líder del régimen, Kim Jong-un.
El general Robert Abrams, el nuevo jefe de las Fuerzas de Estados Unidos en Corea, dijo que la cumbre del año pasado entre los dos líderes había ayudado a reducir las tensiones en la península de Corea, pero no había llevado a cambios sustanciales.
Trump y Kim se reunieron en junio del año pasado en un intento por resolver las tensiones sobre el programa nuclear de Pyongyang, y los dos firmaron un documento vagamente redactado en el que Kim se comprometió a trabajar para “la desnuclearización de la península de Corea”.
Después de la primera cumbre, Trump twiteó que “ya no había una amenaza nuclear de Corea del Norte” y que “todos pueden sentirse mucho más seguros”.
Abrams le dijo al Comité de Servicios Armados del Senado el martes: “Se han producido cambios poco verificables y las capacidades militares de Corea del Norte y que Corea del Norte continuaba su entrenamiento militar de invierno según las normas históricas.
“Además, las capacidades militares convencionales y asimétricas de Corea del Norte, junto con su continuo desarrollo de sistemas convencionales avanzados, siguen sin ser controladas. Estas capacidades continúan poniendo en riesgo a los Estados Unidos, la República de Corea y nuestros aliados regionales”.
Trump y Kim se reunirán en Hanoi los días 27 y 28 de febrero para una segunda cumbre.
Abrams señaló que habían transcurrido 440 días desde la última “acción provocativa” de Corea del Norte y reconoció los esfuerzos diplomáticos y las sanciones internacionales por llevar a una “reducción significativa de la tensión”.
