Caravana denuncia que con Peña crecen las violaciones a derechos de migrantes

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Luego de 18 días de recorridos por 11 entidades del país, la caravana de madres de migrantes desaparecidos denunció que en lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña nieto se incrementaron las violaciones a los derechos humanos de los centroamericanos que buscan el “sueño americano”.

 

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Y que la actitud sumisa y represiva del gobierno mexicano ante las medidas anunciadas por el presidente electo estadunidense Donald Trump “auguran tiempos de más violaciones de derechos e inseguridad para los migrantes centroamericanos”.

 

Después de un recorrido por 30 ciudades del país, donde recorrieron 3 mil 800 kilómetros y participaron en decenas de actos y cuatro reencuentros, la Caravana “Buscamos vida en caminos de muerte” culminó su periplo el domingo pasado en la frontera sur, donde comenzó su andar hace 18 días.

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La caravana 2016 en su decimosegunda edición, dijo Rubén Figueroa, logró cuatro reencuentros entre madres e hijos, e incluso entre dos hermanas que no se habían visto en 37 años.

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Con esto suman 269 reencuentros de familiares logrados en los 12 años de recorrido por México.

 

En esta ocasión participaron 41 madres y padres, además de otros cientos que se quedaron en casa pero facilitaron a la Caravana las fotos de sus hijos e hijas para la búsqueda.

 

Figueroa expuso que el Movimiento Migrante Mesoamericano, a la par que busca personas que han desaparecido en el cada vez más peligroso tránsito por México también busca visibilizar el terrible costo humano de las actuales políticas migratorias.

 

En sus visitas a los albergues, bares, oficinas gubernamentales, cárceles, plazas centrales y cualquier otro lugar donde se congregan migrantes en su tránsito por México, la Caravana logró recoger decenas de pistas para dar seguimiento a las búsquedas y, como cada año, visibilizar la grave situación que enfrentan las personas migrantes en su trayecto hacia el norte.

 

Este año por primera vez la Caravana exploró las rutas del mar, de la costa de Oaxaca y Chiapas, pasando por Salina Cruz, Puerto Madero y Barra San José. En Juchitán hizo una parada en la fosa común municipal que ha recibido los cadáveres de migrantes anónimos que mueren en naufragios en su intento de pasar los controles migratorios y los abusos en tierra.

 

En Barra San José rindieron un homenaje a los tres niños migrantes ahogados en ese sitio en julio de este año. En esa playa la Caravana dedicada a la memoria de Berta Cáceres, también conmemoró el cumplimiento del noveno mes desde el asesinato de la luchadora indígena con un grito por la justicia y la demanda a las autoridades de Honduras para que se permita una investigación independiente para llegar a la verdad y la justicia en su caso.

 

En todos los países, desde los de origen de Centroamérica, pasando por México y hasta llegar a Estados Unidos, la Caravana denunció la indiferencia y la impunidad respecto de los crímenes cometidos contra personas migrantes por parte del Estado, exigiendo el pleno respeto por sus derechos y castigo a los responsables.

 

“En este recorrido pudimos constatar otra vez el incremento notorio en la violencia y la violación de los derechos humanos desde que el gobierno de Enrique Peña Nieto impuso el Plan Frontera Sur en 2014, apoyado y financiado por el gobierno de Estados Unidos para detener los flujos migratorios centroamericanos a su país desde territorio mexicano”, acusó Figueroa.

 

Luego señaló que el Plan Frontera Sur intensifica las medidas de control, vigilancia, contención y militarización, y ha obligado a las personas migrantes a viajar por rutas más remotas y peligrosas, “mismas que trazamos este año en la caravana”.

 

Asimismo, denunció que por estas veredas y caminos las familias migrantes se vuelven presa fácil de grupos de delincuentes, crimen organizado y agentes estatales corruptos. Y que lejos de garantizar su seguridad y derechos, las políticas represivas han sumergido a los migrantes en un infierno, donde están expuestos a robos, extorsiones, violaciones sexuales, trata y tráfico, desaparición y muerte.

 

Los cónsules centroamericanos en la zona fronteriza informaron que con la elección de Donald Trump se ha incrementado el flujo de migrantes que intentan reunirse con sus familiares en Estados Unidos.

 

La caravana culminó su peregrinar en el río Suchiate, para desde allí emprender el regreso a sus comunidades.

 

“Fueron muchos los aprendizajes del camino, entre ellos el marcado contraste entre la generosidad de espíritu del pueblo mexicano y la indiferencia de muchos de los funcionarios gubernamentales hacia las tragedias humanas que genera la criminalización de las personas migrantes en el país. Este hecho refuerza nuestro compromiso de seguir presionando a las autoridades, a la vez que construimos redes y solidaridades desde abajo”, sentenció Marta Sánchez, del Movimiento Migrante Mesoamericano.