TIJUANA, Baja California.- Cansancio, hambre, frio e incertidumbre, es lo que han vivido los miembros de la segunda caravana migrante que arribó a Tijuana este martes; alrededor de 350 centroamericanos, mujeres, niños y familias completas, algunos ya enfermos debido al largo trayecto por carretera en camión, más de 36 desde su última parada en Tepic, Nayarit, todo con tal de huir de la pobreza y violencia que vivían en sus países de origen, la mayoria con el mismo objetivo: encontrar asilo en Estados Unidos.
“Muy difícil casi no alcanza para vivir, es muy poquito lo que pagan… dejé dos nenas, yo salí porque el papá de las nenas se murió hace dos años”, dijo Alejandra Cifuentes, migrante guatemalteca, miembros de la caravana migrante.
A bordo de 9 camiones, la caravana migrante, integrada por migrantes en su mayoría hondureños, fue recibida en el Desayunador Salesiano del Padre Chava, donde se les proporcionará alimento y orientación sobre uno de los 10 albergues donde podrán alojarse durante lo que esperan sea una breve estancia en Tijuana.
“Se decidió espéralos aquí en el desayunador, ofrecerles un plato de comida, valorar su salud y reagruparlos para ofrecerles los albergues que tenemos en la ciudad”, indicó Cesar Palencia, director municipal de Atención al Migrante en Tijuana.
Ante las diversas expresiones de inconformidad por parte de la comunidad Tijuanense por el arribo de los centroamericanos a este municipio, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC) exhortó a la ciudadanía a evitar actos de discriminación en contra de este grupo.
“Evitar cualquier viso de xenofobia en contra de cualquier persona desde luego, pero sobre todo en este caso de personas en contexto de movilidad humana, hasta ahora no hemos visto que estas personas tengan un síntoma de violencia o algún otro objetivo que no sea cruzar a los Estados Unidos”, afirmó Carlos Rafael Flores Domínguez, quinto visitador general de la CEDHBC.
Lo migrantes afirman, quieren trabajar, pero admiten, no todos sus compañeros han sabido comportarse en México, país que los ha acogido temporalmente, por lo que piden paciencia.
“México nos han tratado bien, pero sí esperamos que les tengan paciencia a las personas que vienen con violencia, porque aquí no todos venimos como dicen, vienen unos ahí perjudicando… esperamos que Dios nos haga el milagro, que ya estando allá nos deje pasar”, señaló Cifuentes.
Con información de Fabiola Solano.
