La solicitud de decreto que permitirá convertir al Caribe Mexicano en una Reserva de la Biosfera llega en el mejor momento y confirma el compromiso de virar hacia la llamada economía azul.
El objetivo es proteger un ecosistema sumamente frágil como es el Sistema Arrecifal Mesoamericano, consideraron representantes del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza A.C. (FMCN).
En conferencia de prensa, María Eugenia Arreola, directora del Programa de Liderazgo en el Sistema Arrecifal Mesoamericano, una iniciativa del FMCN, precisó que dos millones de personas dependen directamente de este ecosistema.
Se trata de un lugar que es fuente de actividades económicas, así como de recursos naturales de gran valor en sus mil kilómetros de longitud, que comienzan en el norte de Quintana Roo hasta las islas de la Bahía en Honduras, abundó.
Explicó que su frágil ecosistema enfrenta el deterioro causado por la pesca no sustentable, los desarrollos urbanos y turísticos mal planeados, así como otros factores que causan la pérdida de oportunidades para las comunidades costeras, la desaparición de especies y la degradación del ecosistema.
Refirió que la economía azul es un concepto novedoso, en el cual el mar es tanto la fuente del recurso y actividad económica, como el objeto de conservación.
Aseveró que la economía azul se ha vuelto el sinónimo de una economía sostenible para los océanos, donde los gobiernos, las Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) y el sector privado se alinean para armonizar el crecimiento económico.
En atención a las inequidades sociales y asegurando la educación, la salud e infraestructura, sin por ello, agotar los recursos naturales del país, añadió Arreola.
“Precisamente eso es lo que se pretende con el decreto de Área Natural Protegida del Caribe Mexicano”, puntualizó.
Recordó que el decreto por el que se pretende declarar como Área Natural Protegida con el carácter de Reserva de la Biosfera al Caribe Mexicano en Quintana Roo, contempla una superficie total de cinco millones 662 mil 859.1 hectáreas, entre territorio marítimo y terrestre.
Indicó que de acuerdo con los alcances, garantizará que las actividades económicas que se realicen en la zona tengan una regulación más clara para evitar daños al medio ambiente.
La propuesta de Reserva de la Biosfera Caribe Mexicano abarcaría parte de los municipios de Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres, Benito Juárez y Tulum.
Por su parte, Elisa López, oficial de Proyectos del Programa de Liderazgo del Sistema Arrecifal, consideró que puede ser una de las propuestas de conservación más ambiciosas y complejas de los últimos años, en especial por la zona donde se desarrolla y los intereses económicos que toca.
En tanto, el consultor ambiental e integrante del programa de Liderazgo, Vicente Fereyra Acosta, manifestó que en materia de política, este proyecto es muy importante para el gobierno de México.
Sobre todo, continuó, porque en diciembre en esta zona se desarrollará la décimo tercera Conferencia (COP13) de la Convención de Diversidad Biológica de Naciones Unidas.
“Alcanzar las 30 millones de hectáreas con cobertura de Área Natural Protegida sería mandar un buen mensaje al mundo dentro de la COP13”, resaltó.
