CIUDAD DE MÉXICO (apro).— A través de cientos de carteles anónimos, se ha desatado en la ciudad de Roma una fuerte campaña contra el Papa Francisco, acusándolo de implementar medidas represivas y arbitrarias que están afectando al ala conservadora de la jerarquía católica.
Estos carteles anónimos aparecieron este fin de semana, pegados a los muros de varios barrios del centro de la capital italiana. En ellos aparece una fotografía de Bergoglio con rostro iracundo. Y abajo una leyenda que dice:
“A Francisco, has comisariado congregaciones, removido sacerdotes, decapitado a la Orden de Malta y a los Franciscanos de la Inmaculada, ignorado cardenales. ¿Dónde está tu misericordia?”.
La agencia de noticias AFP, que está abordando el asunto, señaló hoy que hasta el momento la policía italiana no ha logrado identificar a los responsables de esta inédita campaña contra el pontífice.
Señala la agencia que las acusaciones de esta campaña se refieren a los problemas que tiene Bergoglio con los sectores conservadores de la jerarquía católica, incrustados en la Curia Romana, la poderosa e influyente burocracia central de la Iglesia.
Por ejemplo, los carteles –muchos de ellos pegados en vallas publicitarias— aluden a las diferencias del Papa con la Orden de Malta, así como al retiro obligado del ultraconservador Stefano Manelli, de 83 años, quien fundó en la década de los setenta la orden de los frailes Franciscanos de la Inmaculada.
No son nuevas las embestidas del clero conservador contra el Papa Francisco, pues ya anteriormente ha mostrado su rechazo a algunas posturas del pontífice jesuita; como su mayor apertura a la comunidad lésbico-gay y a los divorciados vueltos a casar.
Desde su llegada al papado, en marzo de 2013, Bergoglio se ha identificado con la línea eclesiástica de la teología de la liberación, al grado de que mantiene buena relación con los principales teólogos de esta corriente, como Leonardo Boff y Gustavo Gutiérrez, quienes anteriormente eran mal vistos por los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El rechazo a este cambio implementado por Bergoglio ahora se está reflejando en esta sorpresiva campaña de carteles.
