El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha sacado a la región del borde de un enfrentamiento sin precedentes con el gobierno español al proponer la suspensión de una declaración de independencia para permitir las negociaciones para resolver la peor crisis política de España durante 40 años.
Dirigiéndose al parlamento catalán el martes por la noche, Puigdemont dijo que si bien el referéndum de principios de este mes le había dado a su gobierno un mandato para crear una república soberana, no impulsaría inmediatamente la independencia de España.
“Proponemos la suspensión de los efectos de la declaración de independencia durante unas semanas, para abrir un período de diálogo”, dijo. “Si todo el mundo actúa responsablemente, el conflicto puede resolverse de una manera tranquila y acordada”.
En un largo discurso en el que expuso las quejas históricas de la región con el Estado español, Puigdemont también abordó las preocupaciones de muchas personas en otras partes de España.
“Quiero enviarles un mensaje de calma y respeto; de la voluntad de diálogo político y de acuerdo “, dijo.
“No somos criminales. No estamos locos. No estamos llevando a cabo un golpe … Somos personas normales que quieren poder votar y que han estado preparadas para participar en cualquier diálogo que sea necesario para hacerlo de una manera mutuamente acordada.
“No tenemos nada en contra de España ni de los españoles. Por el contrario, queremos llegar a entendernos mejor. ”
Agregó, sin embargo, que era una relación que no había estado funcionando durante años, “y nada se ha hecho para arreglar una situación que se ha vuelto insostenible”.
Las palabras de Puigdemont fueron rápidamente denunciadas por el gobierno español y el líder de la oposición en el parlamento catalán.
Un portavoz del gobierno central de Madrid dijo que rechazaba la declaración “tácita” de independencia de Cataluña, mientras que Inés Arrimadas del partido Ciudadanos, describió la afirmación del presidente de que tenía un mandato de independencia como “un golpe” que no encontraría apoyo en otros lugares de Europa.
Con información de The Guardian
