Un millón de catalanes marchan por la independencia en la Diada

Hasta un millón de catalanes se han reunido en Barcelona durante la Diada para reclamar la independencia menos de tres semanas antes de que la región deba celebrar una votación sobre si romper con España.

Por sexto año consecutivo, la jornada nacional de Cataluña – La Diada de Catalunya – fue utilizada como un mitin político por el movimiento independentista. Los organizadores dijeron que 450.000 personas se habían registrado para el evento, y la policía de Barcelona más tarde twitteó que 1 millón se presentó.

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El gobierno español ha prometido detener el referéndum el 1 de octubre, pero el gobierno regional catalán se niega a retroceder y las encuestas sugieren que una clara mayoría de la población de la rica región noreste quiere ser votada.

Las encuestas también muestran que los catalanes están divididos sobre si desean separarse de España. Una encuesta a finales de julio encontró que el 49,4% de los catalanes estaban en contra de la independencia y el 41,1% lo apoyó.

Los no activistas se destacaron por su ausencia en el centro de Barcelona el lunes por la tarde como las avenidas soleadas de la ciudad llena de banderas de la estelada pro-independencia de los balcones, llevado como capas y se muestra en camisetas.

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En las calles se encontraban policías catalanes acunando escopetas de bombeo y ametralladoras, un recordatorio de las atrocidades terroristas infligidas el mes pasado a Barcelona y al pueblo costero de Cambrils. Pero, a pesar de los crudos recuerdos y el inminente enfrentamiento con Madrid, el ambiente era ligero.

Pere Vila, un contador de 58 años de Vic, había venido a la Diada con su esposa y Gos, su ferviente separatista de labarador de chocolate. Gos – que significa perro en catalán – llevaba un pañuelo de estelada, al igual que un jack russell cercano y un terrier de montaña del oeste.

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Vila dijo que el significado y el significado de la Diada habían cambiado en los últimos años a medida que la causa de la independencia cobró impulso. Lo que antes era una conmemoración de la caída de Barcelona durante la guerra de sucesión española el 11 de septiembre de 1714 era ahora un espectáculo de fuerza catalana.

“Permite a la gente mostrar cuánto quieren la independencia”, dijo Vila. “Creo que tenemos que ser autorizados a votar, pero también creo que el gobierno español es capaz de cualquier cosa cuando se trata de detener la votación”.

Con información de The Guardian