Su puesto está vacante y correrán ríos de sangre
Finalmente y luego de haber operado al margen de la ley durante varios años, Edwin Huerta Nuño fue detenido por el gobierno federal, en un operativo ejecutado por la Fiscalía General de la República.
Apodado “El Flakito”, Huerta Nuño fue un generador de violencia como hoy se les llama a los narcotraficantes, sicarios y capos del crimen organizado.
Heredero del otrora poderoso imperio de los hermanos Arellano Félix, Huerta Nuño se movía alrededor de los mismos círculos de poder que sus antecesores: todos los caminos llevan al Hipódromo.
El operativo se llevó a cabo sin la intervención de la Fiscalía General de Justicia de Baja California desde donde se le brindaba protección ya fuese cuando resultó herido y le atendieron en un hospital privado, que cuando disfrutaba en fiestas en el fraccionamiento Puerta de Hierro pues como dijimos, todos los caminos llevan al Hipódromo, hoy casino, donde al “Flakito” poco le faltaba para tener montada una oficina.
La importancia de esta aprehensión radica en la neutralización de las acciones de este peligroso individuo, pero sobre todo en la ruptura de su alianza con el gobierno de Baja California a través de personajes de altos cargos en la Fiscalía General de Justicia.
Y como ocurre siempre en estos casos, Huerta Nuño hablará a cambio de inmunidad, e incluso no habría de sorprender si Estados Unidos exige su extradición a fin de que revele los nombres de sus protectores, y como ocurre siempre en estos casos, su puesto está vacante y veremos correr nuevos ríos de sangre.
