Japón se enfrenta a una condena internacional después de confirmar que reanudará la caza comercial de ballenas por primera vez en más de 30 años.
La flota del país reanudará las operaciones comerciales en julio de 2019, dijo el portavoz principal del gobierno, Yoshihide Suga, sobre la decisión de desafiar la prohibición global de 1986 de la caza comercial de ballenas.
Suga dijo a los reporteros que la flota del país limitaría su caza a las aguas territoriales japonesas y la zona económica exclusiva, y agregó que sus controvertidas expediciones anuales al Océano Austral, una de las principales fuentes de fricción diplomática entre Tokio y Canberra, finalizarían.
Dijo que Japón informaría oficialmente a la CBI de su decisión para fines de año, lo que significará que el retiro entrará en vigencia el 30 de junio.
Su decisión provocó críticas de conservacionistas y otras naciones, incluyendo el Reino Unido y Australia.
El secretario de medio ambiente del Reino Unido, Michael Gove, dijo que estaba “extremadamente decepcionado” por el movimiento de Japón.
Dijo en un tweet: “El Reino Unido se opone firmemente a la caza comercial de ballenas y continuará luchando por la protección y el bienestar de estos majestuosos mamíferos”.
Greenpeace cuestionó la opinión de Japón de que las poblaciones de ballenas se habían recuperado, y señaló que la vida del océano está siendo amenazada por la contaminación y la sobrepesca.
“La declaración de hoy está fuera de sintonía con la comunidad internacional, y mucho menos con la protección necesaria para salvaguardar el futuro de nuestros océanos y estas majestuosas criaturas”, dijo en un comunicado Sam Annesley, director ejecutivo de Greenpeace Japón.
