Una célula anarquista francesa va a juicio por sabotear un tren TGV

Miembros de una supuesta organización anarquista están siendo juzgados por intentar sabotear parte de la red ferroviaria de alta velocidad de Francia hace una década.

Los investigadores dicen que el grupo Tarnac colocó deliberadamente varillas de acero en los cables de alimentación aéreos en tres líneas de TGV.

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Los ocho acusados, que niegan la acusación, afirman que los políticos manipularon a la policía y al sistema legal para presentarlos como un grupo anarquista de ultraizquierda peligroso con vínculos terroristas.

Aunque de perfil alto en 2008, el caso de la fiscalía ha retrocedido lentamente en los últimos 10 años, según los informes, debido a la falta de pruebas. El martes, la ofensa más seria a la que se enfrentaron los miembros del grupo fue dañar propiedad pública y cargos menores de protestas violentas y negarse a dar una muestra de ADN.

Los abogados defensores afirman que los políticos presionaron a los investigadores, algunos de los cuales supuestamente se infiltraron en el grupo, para que aportaran información que confirmara que estaba vinculada al terrorismo, para demostrar que estaban siendo duros con el crimen. Dicen que fue una “ficción política, policial, legal y mediática”.

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La fiscalía dice que los informes de agentes encubiertos dentro del grupo Tarnac sugirieron que había cruzado la línea de las ideas de anarquía al sabotaje real.

El grupo anarquista, que lleva el nombre de la aldea del mismo nombre en Corrèze, en el suroeste de Francia, donde se formó, estaba formado por jóvenes, en su mayoría bien educados, de entornos cómodos que tenían puntos de vista izquierdistas. Una docena de ellos estableció una comuna rural para vivir una vida más sencilla bajo la guía de Julien Coupat, un intelectual de extrema izquierda de una familia adinerada, que ahora tiene 43 años y trabaja como director de una compañía teatral.

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Las autoridades francesas afirman que el grupo evitó el consumo y los teléfonos móviles para evitar ser rastreados por las autoridades, y sugieren que el carismático Coupat era el gurú del grupo.

El grupo de Tarnac llegó a los titulares en noviembre de 2008 cuando las imágenes dramáticas mostraron a 150 policías encapuchados y armados descendiendo en la pequeña comuna para arrestar a 12 personas.

Con información de The Guardian