A pesar de haber prometido volver a considerar la idea de cerrar la frontera entre Estados Unidos y México dentro de un año, la retirada de Donald Trump de su amenaza esta semana fue el último ejemplo de su incapacidad para abordar el tema.
A lo largo de sus primeros dos años en el cargo, Trump ha centrado su atención en la frontera al tiempo que sonaba la alarma sobre la inmigración, con la esperanza de aprobar la agenda restrictiva que lo ayudó a impulsar a la Casa Blanca en 2016.
Ha rescindido las protecciones para los soñadores, los jóvenes inmigrantes indocumentados traídos a los Estados Unidos cuando eran niños; ha reducido las protecciones para los solicitantes de asilo y otros inmigrantes de países vulnerables; y quizás, lo más infame, su administración separó a padres e hijos en la frontera de Estados Unidos y México en una crisis humanitaria con un impacto duradero.
Pero las numerosas acciones de Trump aún no han producido ningún resultado, dicen los expertos, lo que refuerza que su enfoque está más motivado políticamente que impulsado por una política coherente. Sus motivaciones, argumentan, están más arraigadas en avivar las llamas del nacionalismo que en buscar el tipo de acuerdo sobre inmigración que durante décadas ha eludido a sus predecesores.
“Realmente no ha podido manejar el problema”, dijo Charles Kupchan, miembro principal del Consejo de Relaciones Exteriores. “Creo que entre sus seguidores más fieles, la inmigración es el área política en la que es más vulnerable.
“Y eso se debe a que podría decirse que su demanda más fuerte como candidato fue comprometerse a tomar medidas enérgicas contra la inmigración y el exitoso esfuerzo por jugar la carta nacionalista blanca”.
Solo este año, Trump condujo a los EE. UU. Al cierre gubernamental más prolongado de la historia después de que el Congreso rechazó la financiación de un muro fronterizo. Posteriormente, declaró una emergencia nacional, ignorando las advertencias de su propio partido y reprimiendo formalmente a los legisladores en Washington.
La dura conversación de Trump sobre el cierre de la frontera parecía ser su última táctica, envalentonada por sus aliados cercanos en Fox News, mientras pone su mirada en su campaña de reelección de 2020.
Trump arraigó su razonamiento en lo que afirmó fue el fracaso de México para detener el flujo ilegal de drogas e inmigración a través de la frontera de Estados Unidos. Aunque había hablado durante mucho tiempo sobre el cierre de la frontera, sin seguirlo, insistió durante la semana pasada en que tal acción era inminente.
