Juan Guaidó, el político opositor que encabeza el impulso para derrocar a Nicolás Maduro, ha instado a uno de los principales patrocinadores internacionales del presidente venezolano, China, a que lo abandone.
Su comentario se produce después de que Beijing dijo que esperaba seguir trabajando con Caracas “sin importar cómo evolucione la situación”, sugiriendo que China ahora se está preparando para un futuro sin Maduro.
En una entrevista con el Sunday Morning Post de Hong Kong, Guaidó dijo que China, que con Maduro y su antecesor Hugo Chávez se convirtió en el mayor acreedor extranjero de Venezuela, tenía un “potencial extraordinario” para ayudar a reconstruir su nación económicamente devastada.
“Maduro está cada vez más aislado y está actuando en gran medida solo”, dijo Guaidó, al llamar a China “un jugador global fundamental con quien nos gustaría relanzar nuestra relación”.
Añadió que China había visto de cerca el “saqueo de nuestros recursos estatales” de Maduro. El mes pasado, Guaidó se declaró a sí mismo como el presidente interino legítimo de Venezuela, una medida reconocida por Washington y otros.
Sus últimos comentarios se produjeron después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, que oficialmente sigue respaldando a Maduro, dio a entender que su apoyo al presidente podría no ser eterno.
“No importa cómo evolucione la situación, la cooperación entre China y Venezuela no debe verse socavada”, dijo a la prensa un portavoz, Geng Shuang, en la víspera de la última ronda de protestas masivas en Venezuela contra Maduro.
Se estima que China le ha otorgado a Venezuela hasta $ 62 mil millones en préstamos desde 2007 en un intento por asegurar los recursos petroleros, los contratos de construcción y una posición geopolítica en una región que EE. UU. Ha considerado durante mucho tiempo como su “patio trasero”. Los expertos creen que, para la exasperación de Beijing, casi la mitad aún no se ha pagado.
Según el Wall Street Journal, el embajador chino Li Baorongto Venezuela felicitó a Maduro por su nuevo mandato en una función en un hotel de Caracas el mes pasado y dijo que China se oponía al “hegemonismo e intervencionismo”.
“Insistimos en nuestra política de no injerencia en los asuntos internos de otros países”, dijo Li Baorong.
