China reprime las celebraciones navideñas en todo el país

China está tomando medidas enérgicas contra la Navidad. Varias ciudades, escuelas e instituciones gubernamentales han ordenado a los ciudadanos que no celebren el día festivo y que se centren en promover la cultura tradicional china.

En la ciudad norteña de Langfang, en la provincia de Hebei, los funcionarios de la ciudad ordenaron que se despejaran todos los adornos navideños y prohibieron que las tiendas vendieran artículos con temas navideños. Los funcionarios dijeron que la medida estaba dirigida a “mantener la estabilidad” y controlar a los vendedores ambulantes.

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En Changsha, en la provincia central de Hunan, el buró de educación emitió la semana pasada una directiva para que las escuelas no celebren “festivales occidentales” como la Navidad, como colocar adornos, publicar mensajes relacionados o intercambiar regalos. Al menos cuatro ciudades chinas y un condado han prohibido las decoraciones navideñas, según Associated Press.

Un maestro en Huangshan en la provincia de Anhui emitió un recordatorio en Weibo en la Nochebuena para seguir un aviso reciente del departamento de propaganda de no asistir a las fiestas de Navidad, publicar mensajes relacionados en las aplicaciones de mensajes populares WeChat o QQ, o darles a los maestros “manzanas de la paz”, Una tradición en China. El término para Nochebuena, pinganye, o noche tranquila, es similar al del mundo “manzana”.

Los maestros deben “fortalecer la educación de la cultura tradicional china para los estudiantes y guiar a los estudiantes a rechazar los festivales en el extranjero como la Navidad”, publicó el profesor en Weibo.

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Los avisos se producen en medio de una represión más amplia en las iglesias subterráneas. La semana pasada, la policía allanó una clase de Biblia para niños en Guangzhou. A principios de este mes, las autoridades cerraron la iglesia Early Rain Covenant en Chengdu y arrestaron a 100 miembros. En septiembre, China cerró una de las iglesias subterráneas más grandes, la Iglesia Zion de Beijing.

Los ciudadanos chinos pueden practicar cualquiera de las cinco religiones oficialmente reconocidas por el gobierno, lo que incluye el protestantismo y el catolicismo. Sin embargo, las actividades religiosas fuera de las instituciones oficialmente sancionadas están prohibidas.

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Los observadores dicen que las restricciones son menos sobre un ataque al cristianismo y más sobre cómo los gobiernos locales interpretan una directiva del partido comunista gobernante para promover la cultura tradicional china. El partido comunista chino es oficialmente ateo y, durante el año pasado, ha enfatizado la necesidad de que los cuadros del partido abandonen los vínculos religiosos.