TIJUANA Baja California.- A cincos meses de la emergencia sanitaria por el covid-19 en la región, el virus se ha convertido en el tiro de gracia para los comercios, y es que a la fecha la pandemia se ha traducido en una crisis económica, social y delictiva en Tijuana.
A consecuencia de la inesperada suspensión de actividades, el 30 por ciento de los locales en el primer cuadro del centro histórico de la ciudad tuvieron que bajar sus cortinas definitivamente ya que no aguantaron pagar salarios sin recibir ingresos y los que reabrieron hace un poco más de un mes, se han podido mantener a pesar de un desplome del 80 por ciento en sus ventas.
El presidente de los Cmerciantes de la Zona Centro, Guillermo Díaz Orozco, indicó que los negocios informales se triplicaron en las calles del centro histórico de Tijuana, lo que ha limitado el número de clientes que ingresan a los establecimientos, además de que el regreso a clases de forma virtual dejará sin temporada de altas ventas a las papelerías, zapaterías y tiendas de uniformes de la zona.
Además de las pocas ventas, el representante de los comerciantes declaró que tienen que incrementar la seguridad en sus establecimientos ya que las personas en situación de calle y con problemas de adicciones violentan sus negocios y asustan a los clientes.
Para evitar el incremento de personas sin hogar en la zona Centro resultado de los trabajos de limpieza en la canalización del Rio Tijuana, el secretario Técnico de la Mesas de Seguridad en Baja California, Isaías Bertín Sandoval, informó que transferirán a centros de rehabilitación las personas con problemas de adicción que encontraron en el canal.
Por otro lado, Guillermo Díaz Orozco apuntó que trabajarán en conjunto con autoridades municipales para revisar que los establecimientos del Centro cumplan con los protocolos sanitarios a favor de la salud de sus empleados y clientes.
Con información de: Miguel Martínez
