A pesar de ser una alternativa supuestamente menos dañina que fumar, los cigarros electrónicos conllevan riesgos.
Por ejemplo, estudios han demostrado que algunas sustancias químicas que se encuentran en los aromatizantes de los e-líquidos pueden provocar daños cardíacos. Sin embargo, existen riesgos más inmediatos que literalmente podrían estallar en la cara, como descubrió recientemente un hombre de 19 años cuando explotó su cigarro electrónico.
Detallado en un estudio de caso reciente en BMJ Case Reports, el hermano del hombre escuchó un fuerte ruido desde otra habitación.
Al ver lo ocurrido, encontró a su hermano en mal estado, sufriendo importantes heridas en la boca y quemaduras en la cara, así como signos de lesión por inhalación.
“Cómo me sentí, después de despertar de lo sucedido, no me sentía igual, casi no me sentía real”, comentó el paciente.
La explosión se debió al mal funcionamiento de la batería de iones de litio del cigarrillo electrónico. Estos han provocado explosiones de los cigarros en el pasado.
En 2018, un hombre murió en Florida después de que su cigarrillo electrónico, que usaba un modo mecánico, explotara.
Fragmentos del dispositivo habían perforado su cráneo y el 80 por ciento de su cuerpo había sido quemado.
Ha habido incidentes de este tipo capturados en cámara, con informes de noticias que muestran el bolsillo de un hombre estallando dramáticamente en llamas.
Después de una tomografía computarizada, el hombre de 19 años fue trasladado a un centro regional de traumatismos mayores. La tomografía computarizada reveló la extensión de sus lesiones, con daños en los dientes y la mandíbula.
El informe afirmó que la lesión fue “aislada en el maxilar superior, pero con obliteración del hueso alveolar en el maxilar anterior izquierdo y rotura de los incisivos centrales y laterales superiores izquierdos y decoronación del canino superior izquierdo y el primer premolar con fracturas radiculares asociadas”. También había sufrido quemaduras y laceraciones en las encías y la boca.
Posteriormente fue trasladado a una unidad de cuidados intensivos. Al día siguiente, le quitaron cuatro dientes y le desbridaron las heridas. Al día siguiente de la cirugía fue dado de alta con antibióticos y se le sugirió que comiera una dieta blanda.
El paciente refirió haber sufrido un trauma tanto físico como mental. “El dolor era espantoso y casi como una pesadilla; tan pronto me dijeron que podía irme y hacer mi camino a casa, después de entrar a la casa donde sucedió, fue muy desalentador, una sensación de malestar me invadió ”, dijo el joven.
Con información de IFL Science
