El gobernante y alguna vez omnipresente Partido Revolucionario Institucional (PRI) se dejó “seducir por el poder”, dijo ayer su nueva líder nacional durante una mordaz crítica de la aplastante derrota del partido en las elecciones del 1 de julio.
Hablando después de jurar como presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido hasta 2019, la ex secretaria del gabinete Claudia Ruiz Massieu dijo que los votantes habían tomado una clara decisión de castigar al PRI al rechazarlo en las urnas el mes pasado.
“No solo ganó una nueva fuerza política, sino que el equilibrio de poder, en todos los niveles de representación y en prácticamente todo el país, también se reformó radicalmente. El PRI se enfrentará a un escenario que nunca antes hemos experimentado: al mismo tiempo, la oposición al ejecutivo [federal] y un partido minoritario en el poder legislativo “, dijo.
José Antonio Meade, candidato del partido a la presidencia, obtuvo apenas el 16% de los votos y terminó tercero en la contienda principal a más de 35 puntos del ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador, cuyo partido Morena dominó las elecciones.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha estado plagado de escándalos de corrupción, niveles de inseguridad cada vez más bajos y un crecimiento económico lento, lo que generó un apetito generalizado de cambio que se manifestó en una votación masiva por López Obrador.
Una carta abierta firmada por cientos de miembros del PRI y publicada el mes pasado decía que “el presidente Peña y los altos funcionarios de su gobierno, principalmente los que han estado a cargo de combatir la inseguridad y la pobreza y los que cometieron actos de corrupción o deberían haberlo hecho” estado dedicado a erradicarlo, son en gran parte responsables del resultado electoral “.
