Hillary Clinton ha establecido una conexión entre la campaña electoral presidencial de 2016 y el ataque en Portland la semana pasada, en la que un hombre lanzó una diatriba contra musulmanes dirigida dos mujeres jóvenes y luego apuñaló a dos hombres que intervinieron.
Clinton no mencionó a Donald Trump, su rival republicano en las elecciones presidenciales, por su nombre, pero dijo que estaba “profundamente preocupada” por un súbito rechazo a la tolerancia en los Estados Unidos de hoy.
“Lo que vi en estas elecciones fue un esfuerzo deliberado para ventilar eso, para decir básicamente: ‘Cualquier sentimiento que tenga, cualquier resentimiento, por muy enojado que pueda ser, voy a expresarlo y sacarlo en otras personas; verbal o físicamente, como vimos durante la campaña'”, dijo Clinton. “Eso es increíblemente peligroso”.
“Ahora, eso está desatando un nivel de odio, que no pienso que debamos tolerar.”
Han pasado 204 días desde que Clinton concedió la elección a Trump en las primeras horas del 9 de noviembre. En aquel entonces, su campaña y la mayoría de los expertos, esperaban que lograra la elección de la primera presidenta y romper el ‘techo de cristal’.
En el Javits Center el jueves por la noche, sin embargo, Clinton habló por debajo de un techo genérico, beige para dirigirse a una multitud de libreros, editores y agentes en la exposición anual BookExpo.
Ella estaba allí para promover su próximo libro de memorias en una entrevista con Cheryl Strayed, el autor más vendido de Wild. La memoria aún sin título es una serie de ensayos que reflejan la campaña, la vida de Clinton y el país.
Con información de The Guardian
